5.000 personas exigen el fin de los párkings en altura en la ciudad
En un movimiento ciudadano sin precedentes, más de 5.000 personas se han unido para exigir el fin de los párkings en altura en la ciudad. Esta iniciativa, que ha generado un gran revuelo en la opinión pública, busca mejorar la calidad de vida urbana y reducir la congestión en las calles de la ciudad. Los manifestantes argumentan que los párkings en altura no solo ocupan espacios valiosos, sino que también contribuyen a la contaminación del aire y perjudican la estética urbana. Con esta petición, los ciudadanos buscan impulsar un cambio en la política urbana y promover un desarrollo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Vecinos exigen cese de estacionamientos en altura en la ciudad
Después de meses de trabajo y reuniones con los vecinos de las zonas afectadas, la Plataforma María Amigo y la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del colegio Sierra de Atapuerca presentarán hoy sus alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y entregarán las 5.000 firmas recogidas en el Ayuntamiento que avalan su rechazo a la construcción de aparcamientos en altura en la ciudad.
La Plataforma María Amigo se opone a la construcción de un aparcamiento en altura en la calle del barrio G-9, mientras que la Ampa rechaza el proyecto de aparcamiento en el aparcamiento frente al colegio Sierra de Atapuerca y la escuela infantil Los Gigantillos. Ambas organizaciones expresan su malestar con la idea planteada por el equipo de Gobierno (PP y Vox) y solicitan una alternativa más sostenible para el problema de estacionamiento en la ciudad.
Desde que se conoció la noticia, los vecinos afectados han llevado a cabo una campaña de recogida de firmas y han colocado carteles con la palabra 'no' en sus ventanas y balcones. También han contratado servicios técnicos para alegar contra el proyecto. Sin embargo, no han podido lograr una reunión con el concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, para expresar sus inquietudes.
Impacto visual y estético
Los residentes en las calles María Amigo, Pablo Casals o Luis Alberdi critican al Ayuntamiento por no realizar una consulta previa con los vecinos afectados. También denuncian el impacto visual y estético que supondría la construcción de un edificio de 12 metros de altura en una vía pública. Es un despropósito poner un edificio de 12 metros de altura en una vía pública. Destruye la calle totalmente y nos encajaría entre el aparcamiento y el polígono industrial, apuntó Santos Martín.
Los vecinos reclaman que el equipo de Gobierno busque alternativas más sostenibles para el problema de estacionamiento en la ciudad, como la construcción de aparcamientos subterráneos. También recuerdan que la mayoría de los residentes del barrio tienen una edad avanzada y no utilizarían el estacionamiento ni tampoco las instalaciones deportivas previstas en la cubierta.
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