En el corazón de Andalucía, específicamente en la provincia de Jaén, se celebra una tradición culinaria que ha sido transmitida de generación en generación. Se trata de una mágica receta que tiene como ingrediente estrella la calabaza, un alimento humilde pero rico en nutrientes y sabor. Esta deliciosa preparación, que se conoce con tantos nombres como caras tiene, ha sido adoptada por los habitantes de la región, quienes la han ido perfeccionando con el paso del tiempo. En este artículo, vamos a profundizar en la historia detrás de esta receta, sus orígenes y la importancia que tiene en la cultura gastronómica de Jaén.
La secreta receta de Jaén: una calabaza frita con sabor a tradición
La calabaza es una de las hortalizas más versátiles y con más posibilidades en la cocina. En Jaén, tienen una receta tradicional que nos permite disfrutar de su sabor y textura de manera única.
La calabaza, una hortaliza mágica
Compuesta en su mayoría por agua, la calabaza tiene pocas calorías, lo que la hace una opción saludable para cualquier época del año. Además, su variedad de formas y tamaños la hace ideal para cualquier tipo de preparación.
Propiedades de la calabaza
La calabaza es baja en calorías (15 kcal por cada 100 gramos consumidos) y grasas (0,2g), lo que la hace una opción ideal para aquellos que buscan una alimentación saludable. Además, aporta vitaminas y fibra, lo que la hace una excelente opción para una dieta equilibrada.
La calabaza frita, un plato tradicional de Jaén
En Jaén, tienen una receta tradicional que nos permite disfrutar de la calabaza de manera única. La calabaza frita, también conocida como carrueco o pavo de huerta, es un plato que combina la dulzura de la calabaza con el picante de las guindillas y el sabor del aceite de oliva virgen extra.
Ingredientes
Para preparar esta deliciosa receta, necesitarás:
- 1 kilo de calabaza
- 4 o 5 dientes de ajo
- 1 o 2 cayenas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Agua
Elaboración
Pelamos y cortamos la calabaza en trozos y lo mismo con los ajos. Lo ponemos todo en una cazuela con el aceite de oliva y un par de cayenas. Cuando comiencen a dorarse, incorporamos la calabaza y un poco de sal. Añadimos un par de cucharadas de agua y cocinamos a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que se vaya rompiendo. En unos 20 minutos, tenemos ya la calabaza frita, lista para servir con tostas de pan, chorizo, huevo frito o lomo de orza.
¡Disfruta de esta deliciosa receta tradicional de Jaén y descubre el sabor autóctono de la calabaza!
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