La ONU llama a la acción contra la desertificación del planeta
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanza una llamada a la acción urgente para frenar la desertificación del planeta, que está aumentando a un ritmo alarmante. Según la ONU, el número y la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29% desde el año 2000, y si no se toman medidas urgentes, este problema podría afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050.
El cambio climático, una amenaza global
Las actividades humanas, como el uso de gasolina y carbón, la deforestación y la agricultura insostenible, han acelerado el calentamiento global a una velocidad vertiginosa. La temperatura del planeta ha aumentado más rápido en los últimos 2.000 años, poniendo en peligro los ecosistemas de todo el mundo.
La superficie terrestre proporciona servicios vitales, como oxígeno, alimentos y agua, y absorbe parte de las emisiones de carbono producidas por las actividades humanas.
La desertificación, una de las consecuencias más visibles del cambio climático
La desertificación es una de las consecuencias más visibles del cambio climático y una de las más costosas en términos económicos, sociales y medioambientales. En España, la degradación activa por desertificación se ha triplicado en la última década y es especialmente acuciante en la zona sur.
La falta de limpieza en los montes y la previsión de un verano más caluroso de lo normal podrían traducirse en combustible para la temporada estival. Las olas de calor y las noches tropicales que favorecen los incendios forestales se han vuelto cada vez más frecuentes.
Efectos económicos del cambio climático
Los efectos del cambio climático no se limitan únicamente a la pérdida de biodiversidad, también afectan a la economía de los países afectados. De hecho, España es uno de los territorios más perjudicados en Europa.
Según el Banco Central Europeo, una desviación de un grado centígrado de la temperatura media histórica encarece los alimentos procesados en un 0,1% aproximadamente un año después de la perturbación.
Una llamada a la acción
La Tierra está sometida a una presión cada vez mayor debido a la deforestación, la urbanización, el desarrollo industrial, la expansión de la agricultura y las prácticas agrícolas insostenibles. Todas estas prácticas descontroladas están socavando su capacidad para sustentar la producción de alimentos, mantener los recursos de agua dulce y forestales, así como para regular el clima y la calidad del aire.
La ONU llama a la acción y defiende que esta es la generación que puede frenar la desertificación del planeta. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C este siglo, la ONU insiste en la necesidad de reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030.
En este sentido, la ONU destaca que no podemos retroceder en el tiempo, pero sí podemos hacer crecer los bosques, revitalizar las fuentes de agua y restaurar los suelos.
Asimismo, si España apuesta por la inversión en energías renovables, transporte limpio o agricultura sostenible, podría obtener un beneficio de 94.000 millones de euros.
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