Alquiler con Opción de Compra: Una Opción Atractiva para los que Desean Adquirir una Vivienda
En España, existen muchas personas que no tienen los recursos necesarios para comprar una vivienda, por lo que recurren al alquiler como una opción más asequible. Sin embargo, hay una opción que puede ser aún más atractiva: el alquiler con opción de compra.
Este tipo de alquiler permite a las personas residir en una vivienda durante un período determinado, con la posibilidad de comprarla en el futuro. De esta manera, no se pierde el dinero desembolsado durante los meses de arrendamiento.
¿Cómo Funciona?
El funcionamiento de un alquiler con opción de compra es muy sencillo. Se pacta con el propietario del inmueble el alquiler del mismo, además de acordar la posibilidad de adquirir la vivienda una vez que hayan pasado unos años. El precio de la compra se determina al inicio del contrato, de forma que se acuerda lo que se debe abonar en concepto de alquiler cada mes, así como el importe total a desembolsar por la compra de la casa o piso.
Además, ante un posible comprador externo, el inquilino tendrá la posibilidad de ejercer un derecho de tanteo y retracto, ya que contará con una preferencia en la compraventa del inmueble.
Ventajas del Alquiler con Opción de Compra
Una de las principales ventajas de este tipo de alquiler es que el dinero abonado cada mes como alquiler se descontará del precio de la compraventa. De esta manera, el inquilino no pierde el dinero que ha pagado durante el período de alquiler.
Además, el propietario no podrá vender la vivienda durante el período de alquiler, y una vez finalizado el contrato, el arrendatario tendrá preferencia para la compra.
El Contrato de Alquiler con Opción de Compra
El contrato de alquiler con opción de compra es diferente a los contratos de compraventa o alquiler tradicionales. Se trata de un contrato doble que se divide en un contrato de alquiler y otro contrato de compraventa.
Por lo general, este tipo de contratos tiene una duración de entre dos y tres años, aunque la ley permite que se extiendan hasta los cinco años. Una vez pasado este período, el inquilino podrá proceder a la compra de la vivienda si así lo considera.
El plazo del derecho a la compra estará estipulado en el contrato suscrito entre comprador y vendedor.
Conclusión
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