El cara a cara más esperado
En un esperado enfrentamiento que ha generado gran expectación en todo el mundo, dos de los más grandes líderes políticos de la actualidad se reunirán finalmente para un cara a cara que promete ser histórico. Después de meses de tensión y especulación, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de China, Xi Jinping, se sentarán juntos para discutir los temas más candentes de la agenda internacional. La reunión, que tendrá lugar en la cumbre del G20 en Indonesia, será un momento crítico para la relación entre las dos potencias mundiales y tendrá implicaciones globales. ¿Qué se puede esperar de este encuentro tan esperado?
La Expectación en Estados Unidos: Biden y Trump se Enfrentan en un Debate Televisivo
La expectación en el entorno político se ha incrementado en Estados Unidos durante las últimas horas. Su motivo, muy sencillo: Joe Biden y Donald Trump se vuelven a ver las caras en un debate televisivo cuatro años después con el foco puesto en las elecciones generales del 5 de noviembre.
El actual presidente norteamericano y el candidato republicano se reencontrarán esta madrugada en la ciudad de Atlanta tras casi 1.460 días de su último careo, ahora con los roles de mandatario y aspirante revertidos, pero ambos como respectivos exponentes de la polarización política en un país que todavía no ha dado carpetazo a la tumultuosa resolución de los comicios de 2020.
Un Debate sin Precedentes
De buenas a primeras, el duelo ocurre bajo dos notables circunstancias: es el más tempranero del que se tiene constancia en una campaña electoral en Estados Unidos y en su organización no participará la bipartidista Comisión Nacional para los Debates Presidenciales, sino que quedará bajo competencia exclusiva de la cadena CNN.
Ni Biden ni Trump guardan un buen recuerdo de la disposición durante los duelos previos; especialmente el primero, en el que los candidatos dedicaron la mayor parte del tiempo a pisarse. En cuanto a la fecha, ambos prefieren verse las caras antes de que comience la votación anticipada en septiembre, para ir marcando territorio.
Un Debate con Peculiaridades
El esperado enfrentamiento tendrá un par de peculiaridades: los candidatos tendrán sus respectivos microfonos cerrados durante el turno de palabra de su contrincante y no habrá público en el encuentro. Biden y Trump aparecerán en dos estrados iguales, con un cuadernillo, un bolígrafo y una botella de agua. Una moneda al aire decidió que el demócrata aparecerá a la derecha de los televidentes y el republicano a la izquierda. El magnate será el último en efectuar la reflexión final de ambos contendientes.
No habrá discurso inicial y el formato se limitará estrictamente a contestar las preguntas de los dos moderadores, donde tendrán dos minutos para responder, uno más para replicar, y otro adicional para la contrarréplica.
Asuntos Arrojadizos
Aunque el formato no deja mucho espacio para los ataques directos, los dos candidatos disponen de un arsenal para atacar a su rival. Biden tiene la opción de recurrir a la condena contra Trump por fraude, acorralar a su contrincante con el aborto y echar mano del papel jugado por el expresidente en el asalto al Capitolio de enero de 2021.
El magnate, por su parte, podría insistir con el hipotético embargo de armas de EEUU a Israel durante la guerra de Gaza, las dudas sobre la capacidad mental de Biden y el fallo contra el hijo del actual dirigente por tenencia ilícita de armas.
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