En un golpe de esperanza para la comunidad católica española, el Vaticano se encuentra en la recta final para declarar a siete españoles, entre los que se encuentra el fraile Manuel Ruiz, como mártires en Siria. Esta decisión supondría un reconocimiento a la valentía y la fe de estos siete españoles que dieron su vida en defensa de sus creencias en un país convulsionado por la guerra. La beatificación de estos mártires sería un motivo de orgullo para España y un recordatorio de la importancia de la fe en momentos de adversidad. La espera por la confirmación oficial del Vaticano es cada vez más emocionante, y la comunidad católica española aguarda con expectación este reconocimiento a la memoria de estos héroes de la fe.
Vaticano a punto de declarar a siete españoles mártires en Siria
El papa Francisco ha anunciado que declara a siete frailes franciscanos, seis de ellos españoles, y tres laicos, asesinados en Damasco (Siria) en 1860 por odio a la fe, como mártires. La canonización tendrá lugar el próximo 20 de octubre.
El beato español Manuel Ruiz y otros siete frailes franciscanos, así como tres laicos, fueron asesinados en Damasco en 1860. Ruiz fue ordenado sacerdote en 1830 y fue destinado a Tierra Santa junto a otros 19 compañeros, desembarcando en un primer momento en Jaffa (Israel), y posteriormente trasladándose a Damasco para estudiar árabe.
La vida de Manuel Ruiz
Ruiz pasó un breve periodo en Italia y España, antes de regresar a Damasco y ser nombrado superior de la comunidad franciscana en aquella ciudad. Coincidió con el aumento de la persecución a cristianos en el Líbano y Siria.
Fue asesinado el 10 de julio de 1860 junto a otros siete frailes, los españoles Carmelo Bolta, Nicanor Ascanio, Nicolás María Alberca, Pedro Nolasco Soler, Francisco Piñazo Peñalver, Juan Fernández, y el austríaco Engelberto Kolland; y tres fieles laicos, Fernando, Abdel Mooti y Rafael Massabki.
El camino hacia la santidad
La causa de beatificación de los religiosos asesinados comenzó en 1872. El camino hacia la santidad tiene tres etapas: ser declarado venerable siervo de Dios, beato y finalmente santo. Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce haber vivido las virtudes de manera heroica.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para ser canonizado se precisa un segundo milagro después de ser proclamado beato.
El papa Francisco aprobó los votos favorables para la canonización de estos religiosos y de tres fieles laicos en mayo pasado. Ahora, ha presidido el Consistorio Público para el voto sobre algunas causas para la canonización, en el que se decidió la fecha para la ceremonia.
La canonización de estos mártires españoles será un gran reconocimiento a su fe y su sacrificio, y un ejemplo para la Iglesia Católica en todo el mundo.
Deja una respuesta