La justicia desarma una red de estafadores globales, que robó más de 2,5 millones de euros a 84 víctimas
En un golpe contundente contra la delincuencia organizada, la justicia ha logrado desarticular una red de estafadores globales que había robado más de 2,5 millones de euros a un total de 84 víctimas en diferentes partes del mundo. La operación, llevada a cabo por las autoridades judiciales y policiales, ha permitido desenmascarar a los responsables de este complejo esquema de estafa, que había sido diseñado para engañar y despojar a inocentes ciudadanos de sus ahorros. A continuación, se presentan los detalles de esta importante operación y las consecuencias para los implicados.
Justicia desarma organización criminal que estafó a víctimas de edad avanzada
Una operación conjunta de los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Policía Judicial Portuguesa ha llevado a la detención de 54 personas y el desmantelamiento de una organización criminal que estafó a un total de 84 personas, robándoles más de 2,5 millones de euros.
La cifra podría aumentar porque aún se está analizando el valor de joyas robadas. La operación, que se ha coordinado con la Europol, se ha realizado en Cataluña, Andalucía y Portugal.
La investigación comenzó en 2023
Según el subinspector y jefe del Área Central de Delitos Económicos de la DIC de los Mossos, José Angel Merino, la investigación empezó a principios de 2023 cuando varias víctimas de estafas telefónicas relataron el mismo patrón a la hora de ser robadas.
La mayoría de las víctimas se concentraban en Barcelona y la metodología utilizada por la organización es conocida como vishing. Las víctimas, de edad avanzada, recibían una llamada telefónica de una persona que se hacía pasar por un trabajador de una entidad bancaria y que les avisaba de que había una actividad sospechosa en sus cuentas.
La estafa se llevó a cabo mediante llamadas telefónicas
Tras recibir la llamada, las víctimas también creían que estaban siendo vigiladas y seguidas por un grupo criminal que les quería robar y les instaban a esperar la visita de una persona que iría hasta su domicilio para comprobar que todo fuese bien.
El siguiente paso de la estafa llegaba cuando otra persona acudía a la vivienda de la víctima haciéndose pasar por un agente policial o un empleado de un banco. Una vez allí, los supuestos agentes policiales y trabajadores insistían a las víctimas para que les entregasen todo el dinero, joyas y objetos de valor que tenían para llevarlo a un lugar seguro.
La operación ha sido un éxito y se ha logrado desmantelar la organización criminal que ha estado robando a personas de edad avanzada durante años.
Se han detenido 54 personas y se continúa investigando para asegurarse de que no hayan más involucrados en la estafa.
La justicia ha demostrado que es efectiva en la lucha contra la delincuencia y que no permitirá que las personas de edad avanzada sean víctimas de estafas y robos.
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