Acampada en defensa de Palestina sigue en el Campus de Puerto Real

Acampada en defensa de Palestina sigue en el Campus de Puerto Real

La comunidad universitaria del Campus de Puerto Real sigue mostrando su solidaridad con el pueblo palestino. Desde hace varias semanas, un grupo de estudiantes y miembros de la sociedad civil mantienen una acampada pacífica en el corazón del campus, reclamando justicia y paz para la región. La iniciativa, que cuenta con el apoyo de diversas organizaciones sociales y políticas, busca concienciar a la opinión pública sobre la situación de conflicto que enfrenta Palestina y promover la búsqueda de una solución pacífica y justa. La acampada, que se ha convertido en un símbolo de resistencia y solidaridad internacional, sigue firme en su compromiso de visibilizar la causa palestina.

Acampada en defensa de Palestina mantiene su resistencia en el Campus de Puerto Real

A pesar de que algunas acampadas que han surgido en diferentes lugares de la geografía española pidiendo el alto al fuego en Gaza han sido desmanteladas, la que se estableció a la entrada del Campus de Puerto Real se mantiene firme. Y de forma indefinida, trasladan, hasta que se vean resultados tangibles.

En una desapacible tarde de domingo con mucho calor fruto del levante, varios jóvenes trasladan algunos enseres de una tienda a otra, después de haber almorzado en grupo. Están ahí por un motivo y no piensan desistir a las primeras de cambio. La lucha por la justicia es una lucha que no tiene fin.

El panorama es similar al de hace tres semanas, cuando comenzó la acampada, con una decena de tiendas y la misma pancarta que solicita el fin de los convenios suscritos con universidades de Israel. Aunque se han ido agregando mayor material de apoyo a la causa palestina, con diferentes carteles que muestran la dureza de la realidad que atraviesan.

La pancarta principal reza: «Stop venta de armas a Israel, alto al fuego» y «no es una guerra, es un genocidio del pueblo palestino». Estos jóvenes no se rinden, y su determinación es palpable.

Una joven se presta a explicar la situación actual, que es esperanzadora, expone, desde el punto de vista del cese de las relaciones institucionales con las entidades universitarias israelíes, ya que la UCA les trasladó hace algunas semanas un documento que expresa las intenciones de ir reduciendo la ayuda conjunta paulatinamente, aunque esto depende en última instancia de la CRUE, la comisión universitaria estatal.

Más complicado, lógicamente, es el objetivo que anuncia una de las pancartas principales, el cierre de la sucursal que el Banco Santander en el Casem, ya que consideran que la entidad mantiene vínculos comerciales y financia a potentes empresas de Israel.

En estos 20 días de acampada, la causa ha ido ganando adeptos: «Se ha sumado más gente gracias a actividades culturales. También hicimos una comida típica de Palestina y el 22 de junio tenemos un concierto», exponen respecto a la hoja de ruta a seguir. «Estaremos aquí hasta que veamos resultados», concluyen.

La determinación y la solidaridad son las claves para alcanzar la justicia. Estos jóvenes son un ejemplo a seguir, y su lucha es una inspiración para todos aquellos que luchan por la paz y la justicia en el mundo.