Afición por un trabajo que luce
En la actualidad, es común escuchar hablar de la importancia del trabajo en la vida de las personas. Sin embargo, pocos son los que realmente disfrutan de su labor diaria. En este sentido, es emocionante encontrar a individuos que no solo se sienten satisfechos con su trabajo soñado, sino que además han convertido su pasatiempo en una carrera. En esta noticia, nos enfocaremos en aquellos que han logrado transformar su afición en una fuente de ingresos, y cómo su entusiasmo y dedicación les han permitido alcanzar el éxito en su campo.
La Plaza del Rey San Fernando, un lugar emblemático para Mari Morillo
Mari Morillo no duda un instante al elegir un lugar en la ciudad de Burgos. La plaza del Rey San Fernando es su predilecta, aunque también menciona con cariño la estatua de La Flora y su entorno, donde hoy en día se encuentran establecimientos de hostelería.
Sentada en un banco, enfrente de la puerta de la fachada del Sarmental de la Catedral, Mari Morillo se muestra sorprendida por la belleza del lugar, que le trae recuerdos de un pasado cercano y asociado a las fiestas de la capital. Uno de los actos más destacados es la Ofrenda de Flores a la Virgen Santa María la Mayor, una tradición que se remonta al año 1954.
La Ofrenda de Flores, una tradición con arraigo
La Ofrenda de Flores es un acto que vive con intensidad, no solo por la devoción propia, sino también por la cantidad de pedidos que recibe su tienda para el día grande de los Sampedros. Esta tradición se inició en 1954, cuando Tomás Sanmartí, burgalés hijo de valencianos, propuso llevar a la Virgen los ramos de flores que se entregaban a la reina tras el desfile.
Inicialmente, el evento tenía lugar dentro de la Seo, posteriormente se trasladó a la plaza de Santa María y finalmente a la actual del Rey San Fernando, espacio privilegiado para acoger a los cientos de personas que se congregan ese día para honrar a la patrona.
El trabajo detrás de la Ofrenda de Flores
Es en la fachada del Sarmental de la Catedral donde se preparan las estructuras metálicas previas, que conforman dibujos como grandes arcos, delante de la imagen (réplica de la original) que se venera. Mari Morillo comenta que se buscan los colores y las flores más adecuados para la ocasión.
La jornada es estresante, pero llena de simbolismo y emoción. Mari y su hijo, Carmelo, participan activamente en la preparación de los ramilletes de margaritas para las entidades que participan en la ofrenda, así como centros y ramos particulares. Desde su floristería, El bosque de Marie, salen habitualmente cerca de 2.000 ramilletes de margaritas.
La pasión por las flores y la jardinería
Mari Morillo explica que todo comenzó como una afición por la jardinería, que después se convirtió en profesión sin perder un ápice de la pasión por las flores y las plantas. Cuida con mimo las flores, ya que «no solo se trata de regarlas». La rosa, a ser posible blanca, es su flor preferida, símbolo de «pureza y amor fraternal».
La floristería de Mari Morillo ha cumplido ya 17 años y es un negocio que se asocia directamente con el trabajo y la facturación del año. Sin embargo, Mari y su hijo Carmelo no dejan de disfrutar de las fiestas, mencionando citas como la feria taurina, la bajada de los toros, el lanzamiento de la bota, cabalgata, los fuegos. y lamentan la decisión municipal de reducir el número de días de fiesta.
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