Alberto de Mónaco viajará a Cantabria esta semana para visitar exposición que rinde homenaje a su tatarabuelo, pionero en arqueología
La Casa de Mónaco anuncia que Su Alteza Serenísima el Príncipe Alberto viajará a Cantabria esta semana para visitar la exposición que rinde homenaje a su tatarabuelo, el Príncipe Alberto I de Mónaco , un pionero en la arqueología. La exposición, organizada por la Comunidad Autónoma de Cantabria, busca conmemorar la figura de este destacado personaje que sentó las bases para el desarrollo de esta disciplina científica en España. El príncipe Alberto II de Mónaco mostrará su apoyo y reconocimiento a la labor de su antepasado, quien fuera un apasionado de la historia y la ciencia. La visita del príncipe es esperada con gran interés en la región, donde se prevé una gran concurrencia de público.
Alberto de Mónaco visitará Cantabria para rendir homenaje a su tatarabuelo, pionero en arqueología
El príncipe Alberto de Mónaco (Alberto II) viajará a Cantabria este viernes, 31 de mayo, para visitar el Centro de Arte Rupestre de Cantabria, en Puente Viesgo, coincidiendo con la exposición que rinde homenaje a su tatarabuelo, mecenas de las ciencias y patrocinador de los pioneros de la arqueología.
Este no es el primer viaje del príncipe a Cantabria. En octubre de 2023, visitó las cuevas de Monte Castillo, declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2008, y conoció de primera mano el proyecto del Centro de Arte Rupestre, que lleva el nombre de su tatarabuelo y abrió al público el pasado enero.
Según han informado a EFE fuentes del Gobierno de Cantabria, el príncipe recorrerá la colección permanente y visitará la nueva exposición temporal que rinde homenaje a su antepasado. Esta exposición, que se inaugura en el centro de Puente Viesgo, recorre los distintos aspectos de la actividad de mecenazgo de Alberto I (1848-1922), y se centra en los estudios sobre prehistoria que financió a principios del siglo XX en la región.
El tatarabuelo del actual príncipe, Alberto I, patrocinó excavaciones de yacimientos arqueológicos en Italia y España, promocionó la investigación sobre el arte rupestre en la Cornisa Cantábrica, que gracias a su apoyo empezó entonces a despegar, y financió la publicación de los descubrimientos.
El príncipe mecenas fue el fundador del Instituto de Paleontología Humana de París, una institución que abrió sus puertas en 1910, al año siguiente de su primera visita a Cantabria. Gran aficionado a la oceanografía y creador de un centro dedicado a la investigación marina en Mónaco, en julio de 1909 hizo un alto de cuatro días en una expedición en la que estaba embarcado para ver las cuevas de las que tanto hablaban prehistoriadores franceses como Henri Breuil y Emile Cartailarc.
El Centro de Arte Rupestre ofrece una propuesta museográfica, visual e interactiva, que abarca más de 500 metros cuadrados en tres salas comunicadas y diferenciadas.
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