Almagro brinda un homenaje a la antigüedad con su tradicional festival de teatro clásico

Almagro brinda un homenaje a la antigüedad con su tradicional festival de teatro clásico

Del 12 al 25 de julio, la ciudad de Almagro se convertirá en un escenario vivo de la antigua Grecia y Roma, gracias a la celebración de su tradicional festival de teatro clásico. Este evento, que cuenta con más de 40 años de trayectoria, es un homenaje a la rica herencia cultural de la antigüedad, y ofrece a los espectadores la oportunidad de disfrutar de obras maestras de la literatura clásica, representadas por compañías de teatro de reconocido prestigio. Con una programación que incluye obras de Eurípides, Aristófanes y Plauto, entre otros, este festival es un acontecimiento que no se puede perder para todos aquellos que aman el teatro y la cultura clásica.

Almagro revive el Siglo de Oro con su tradicional festival de teatro clásico

El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro mantiene la esencia de un evento tan específicamente ligado al Siglo de Oro, pero planteando una programación abierta, donde tienen cabida diferentes aproximaciones al mundo escénico, a la palabra hecha drama o comedia, o simplemente a la palabra que celebra la vida año tras año.

La vida en escena: Festival de Almagro celebra el teatro clásico con variedad y pasión

Es precisamente la vida lo que se respira en esta cita que tiene lugar en la tranquila población de Ciudad Real, que durante estos días casi pide en verso el periódico en el kiosco o pasa la comanda a cocina con aires cervantinos. Almagro acoge actores llegados desde lo más recóndito, como la compañía japonesa Ksec Act, que nos ofreció una fascinante versión de El burlador de Sevilla, donde costaba reconocer la trama de Tirso de Molina a través de un lenguaje corporal pausado pero en tensión constante.

Corral de Comedias de Almagro, epicentro del festival que une vida y arte

El Corral de Comedias, construido en 1623, es el epicentro del festival y a sus puertas se revive lo puesto en escena; se comenta y valora aquello a lo que hemos asistido, en las numerosas terrazas de la Plaza Mayor. Allá se dan cita aficionados, actores, plumillas, público general y habitantes ajenos a los tejemanejes de 'los del teatro'; espectadores que acaban de salir de una función y otros que aguardan a que se inicie la suya, apurando unas migas o unos duelos y quebrantos.

Un homenaje a la antigüedad: Festival de Almagro pone en escena la grandiosidad del teatro clásico

La grandeza de este festival precisamente estriba en que aúna visiones alternativas en los múltiples escenarios donde hay representación, pero también acoge manifestaciones que enriquecen nuestro conocimiento del hecho teatral fuera de los mismos. Bien sea con exposiciones, aprovechando, por ejemplo, la Iglesia de San Agustín, donde se repasa el modo en que se han representado las obras de Calderón de la Barca a lo largo de la historia; o brindándonos la oportunidad de que profesionales como Pedro Yagüe compartan los secretos de su oficio, tras haber visto el día anterior cómo iluminó El Gran Teatro del Mundo, para la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

El festival también cuenta con una interesante exposición titulada Calderón, un escenario imaginado. Cuatro siglos de plástica teatral, que se encuentra en la Iglesia de San Agustín y que permanecerá abierta hasta el 29 de septiembre. La dramaturga Laila Ripoll ha confeccionado esta exposición, incluyendo maquetas como la del propio Corral de Comedias, emblema de este festival, con la disposición original del recinto; detallados dioramas que rescatan representaciones históricas, como la que tuvo lugar ante la corte de Felipe IV en los Jardines del Buen Retiro; recreaciones de decorados; o figurines del vestuario empleado en montajes de finales del siglo XX, para trazar esa historia de la representación, centrada en la figura del gran dramaturgo.

El festival también ofrece funciones matinales como la de la compañía Teatro a bocajarro, que nos regala una aproximación refrescante al Corral de Comedias; a su historia e historias, transformando lo que podría esperarse una introducción rutinaria, en toda una representación por la que corre el verso, la diversión y la música.

En la inauguración del festival, se concedió el Premio Corral de Comedias al gran Rafael Álvarez El Brujo, figura que llena los escenarios en solitario; un yogui de la escena con su cabellera blanca y amplias vestimentas, que por la mañana había mantenido una animada charla con Irene Pardo, directora del festival, frente a los medios congregados en el Parador Nacional.

El festival también cuenta con otras actividades paralelas que dan empaque a un festival, como presentaciones, ruedas de prensa y charlas en el Parador Nacional, un antiguo monasterio franciscano que da cobijo a los congregados bajo las higueras de sus patios, mientras se sirven caldos y viandas de la comarca de Campo de Calatrava.

Restan jornadas muy esperadas en Almagro, algunas de ellas protagonizadas por la CNTC, nuestra compañía nacional, que abrió el festival con el auto sacramental referido, El gran teatro del mundo, un montaje que, a buen seguro, alcanzará mayor relieve en el Teatro de la Comedia, cuando abra la nueva temporada.

Que sea por muchos años, como decía El Brujo, el teatro indaga en el significado de la vida, como también lo hacen los científicos, solo que los actores la celebran y la bailan.