Carlos Alcaraz, el nuevo rey de Roland Garros tras sufrir y remontar en cinco sets ante Zverev

En un partido épico que dejará huella en la historia del tenis, Carlos Alcaraz se coronó campeón de Roland Garros después de una emocionante remontada en cinco sets ante el alemán Alexander Zverev. El joven español, de solo 19 años, demostró una vez más su gran talento y resistencia física para imponerse en un encuentro que parecía perdido en más de una ocasión. Con este triunfo, Alcaraz se convierte en el nuevo rey de Roland Garros, y su nombre se escribe con letras de oro en el libro de los campeones del más prestigioso torneo de tierra batida del mundo.

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Alcaraz celebra su triunfo en Roland Garros

París tiene un nuevo rey tras la larga tiranía del Big Three liderada por Rafa Nadal. Es su sucesor, el hasta ahora príncipe Carlos Alcaraz Garfia, campeón en Roland Garros tras una final para la historia en la que derrotó, con remontada incluida, a un gran Alexander Zverev por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2.

Cuatro horas y veinte minutos duró la épica batalla entre el joven de El Palmar, empujado por el aliento de los miles de vecinos reunidos en su pueblo ante una pantalla gigante y por toda España en sus casas, y el gigante alemán, que trataba de reconciliarse con la pista que más le hizo sufrir.

El legado de Rafa Nadal

El legado de Rafa Nadal

Los recuerdos de la lesión de tobillo en las semifinales de la edición de 2022 en un igualado partido ante Rafa Nadal pasaron a toda velocidad por su mente a la hora de salir a la pista. Imitó los saltitos de Rafa en el túnel de vestuarios, París le debía una, su primer 'grande' tras, además, haber batido al mismísimo campeón de 14 títulos en la primera ronda.

Rafa Nadal, el primero en felicitar a Carlos Alcaraz tras su victoria en Roland Garros

El camino al triunfo

Jugaba inteligente, con la aplicación de cada uno de sus múltiples registros de tenis en el momento de cada punto que así lo exigía. Alturas, buenos primeros saques, cambios de velocidad y, como no, sus mortales dejadas. Enfrente, Zverev no desesperaba, acostumbrado a los partidos largos y a crecer mucho con el paso de los puntos, solo necesitaba entrar en calor para luego apretar con todo y el partido, con cinco sets por delante, le iba a brindar esa oportunidad.

Completamente frío en su expresión —actitud enderezada con el trabajo psicológico y poso del tiempo— no permitía ver sus fisuras mentales, que las tenía, no como en un ritmo de juego solo atascado por esos nervios iniciales.

La final épica

Se abría entonces un tercer episodio de infarto, un acto con sensación de definitivo, el desenlace tras la presentación y el nudo, nada que ver con la larga historia que aún quedaba por contar. Comenzó con un Alcaraz herido, mas consciente de la necesidad de buscar disfrute en el sufrimiento.

Aplicó calma, defendió, volvió a recordarse que las filigranas le salen solas y que, a veces, toca remangarse para defender como lo hizo antes de una rotura que llegó, casi por sorpresa hasta para el propio Carlos, en el sexto juego del set (4-2).

El triunfo final

Fue una terapia de choque, la misma situación, solventada con éxito clínico. Habría quinto set y Alcaraz llegaba a él con la mente limpia, no como un Zverev quizás molesto con la sensación de haber desaprovechado otra bala más para cerrar el partido.

En el decisivo el tenis pasó a un segundo plano, pues la 'obra' interpretada en la Chatrier pasó a ser un thriller psicológico. Carlitos, con la mirada fija en la Copa, Zverev, con la sonrisa nerviosa del que se sabe muy cerca de la derrota. Sensaciones, muchas; tenis, de supervivencia.

El 3-1 con break inicial se lo ponía en bandeja a Carlos. El español estaba mucho más fresco de ideas pues, ahora sí, empezaba a agrietarse el muro de Zverev y por él dejaba escapar cabreos a su padre y protestas poco sensatas al juez de silla.

La fuga mental, eso sí, fue lenta hasta el desmoronamiento total en un 5-2 sellado por Alcaraz con un juego en blanco al resto. Se acabó, un turno de saque bastó para coronar al nuevo rey de París.

Suyo es el presente y el futuro. 23 trofeos de Roland Garros tiene España con el suyo y los 14 de Nadal, los dos de Manolo Santana, los dos de Sergi Bruguera y los conseguidos por Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyá, Andrés Gimeno y Albert Costa. Como quería, ya tiene su nombre en la lista de ilustres en la que se encuentra su entrenador y algo que no tienen ninguno de los antes mencionados, el récord del hombre más joven de la historia en ganar tres Grand Slams en tres superficies diferentes.

Antonio Santana

Soy Antonio, redactor de la página web El Informacional, un periódico independiente de actualidad nacional en Español. Mi pasión por la escritura y el periodismo me lleva a investigar y redactar noticias de forma objetiva y veraz, para mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial. Con mi compromiso con la verdad y la ética periodística, me esfuerzo por ofrecer contenidos de calidad que reflejen la realidad de nuestra sociedad. Estoy orgulloso de formar parte de este equipo editorial que busca informar, educar y generar debate en la opinión pública.

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