Chipre celebra 50 años de división: la invasión turca que transformó la isla en la última capital partida del mundo y el reto de una unificación difíc

El 20 de julio de 1974, la invasión turca en Chipre cambió para siempre el destino de la isla mediterránea. Cincuenta años después, Chipre conmemora la división que la ha convertido en la última capital partida del mundo, con la línea verde que separa a la República de Chipre, reconocida internacionalmente, de la República Turca del Norte de Chipre, solo reconocida por Turquía. La invasión turca no solo transformó la geografía política de la isla, sino que también dejó un legado de dolor y desplazamiento para miles de personas. A día de hoy, la unificación de la isla sigue siendo un reto difícil, pero necesario, para garantizar la paz y la estabilidad en la región.

Chipre, la isla partida: 50 años de división y un futuro incierto

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La isla que no puede unirse

Es extraño, pero en Chipre no hay chipriotas. En esta isla del Mediterráneo, miembro de la Unión Europea, hay grecochipriotas y turcochipriotas. La isla está partida en dos desde hace 50 años.

El ejército turco invadió el norte de Chipre el 20 de julio de 1974, cinco días después de un intento de golpe de Estado de los nacionalistas grecochipriotas para anexionar la isla a Grecia. Desde entonces, Chipre está dividida en este y oeste por una zona desmilitarizada llamada Línea Verde, que atraviesa toda la isla y donde patrulla la ONU.

Una isla dividida

Una isla dividida

Los turcos ocupan el 36,2% de la isla, que lleva medio siglo dividida en dos: la República de Chipre (de los grecochipriotas) y Chipre del Norte (de los turcochipriotas). Nicosia, última capital dividida del mundo, es el símbolo de este conflicto no resuelto.

Un poco de historia

La isla, la tercera más grande del Mediterráneo, está en Asia Occidental: en el mapa, debajo de Turquía y frente a las costas de Siria y Líbano. Está dividida en dos desde que en 1974 el Ejército turco ocupó la parte norte tras un golpe de Estado instigado por la junta militar en el poder en Grecia y ante el temor de que Chipre se uniera a este último país.

La invasión fue la culminación de un periodo de conflictos en la isla que, tras haber sido una colonia británica desde 1878, obtuvo su independencia en 1960. Reino Unido, Grecia, Turquía y los dirigentes chipriotas habían negociado la independencia de la isla en el marco de una Constitución que garantizaba la representación de los turcochipriotas, que ocupan el tercio norte del territorio y representaban, en aquel entonces, en torno al 18% de la población.

Un sistema que se vino abajo

Se prohibía tanto la unión con Grecia como con Turquía y la división de la isla. Pero ese sistema se vino abajo a finales de 1963 por los enfrentamientos intercomunitarios. En 1983, los turcochipriotas proclamaron la República Turca del Norte de Chipre, un Estado que únicamente reconoce Turquía, que tiene a miles de soldados desplegados en la isla.

Una República de Chipre dividida

Así las cosas, la República de Chipre, la única reconocida internacionalmente y que es miembro de la UE desde 2004, en la práctica solo ejerce su autoridad en la parte sur de la isla, casi dos tercios del territorio. En 2020, Chipre del Norte eligió como presidente a Ersin Tatar, un partidario de la línea dura que insiste en una solución de dos Estados, algo que la República de Chipre rechaza.

Negociaciones que siempre acaban fracasando

Nada invita a pensar que la unificación esté cerca. El pasado 11 de julio, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, se reunió con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Washington. Estuvieron de acuerdo en la necesidad de retomar las conversaciones para resolver la situación. O sea, están de acuerdo en que hay que hablar. Eso vienen haciendo desde hace décadas, pero cuando el acuerdo parece próximo algo acaba por frustrarlo.

Un futuro incierto

Desde 2008 las negociaciones se organizan en torno a seis capítulos: gobernabilidad y reparto de poder, economía, cuestiones vinculadas a la UE, propiedad, territorio y seguridad y garantías en un Chipre federal. El objetivo es establecer una federación bizonal y bicomunal con igualdad política, una única soberanía, única personalidad legal internacional y única ciudadanía.

En 2017, las delegaciones turcochipriota y grecochipriota se reunieron en Crans-montana (Suiza). La conferencia finalizó el 7 de julio sin un acuerdo. Siento profundamente informarles que la conferencia finalizó sin acuerdo, dijo ese día el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres.

Supuso una enorme decepción porque ambas comunidades estuvieron a punto de cerrar con éxito el diálogo de paz. Se alcanzó una importante convergencia en la mayoría de los capítulos, pero finalmente el intento fracasó fundamentalmente por cómo debía organizarse el reparto de poder entre las comunidades en la futura federación bizonal, y por la negativa de Turquía a retirar sus tropas.

Un presente con pocas esperanzas

Desde 1955 hasta la actualidad, Turquía y el liderazgo turcochipriota han apoyado en mayor o menor medida la partición de la isla, a diferencia de un alto porcentaje de la población turcochipriota que defiende la federación. La parte grecochipriota, al menos públicamente, insiste desde 1977 en que la solución tiene que basarse en el modelo federal.

Después de décadas de ilusiones frustradas, la población tiene poca esperanza de cara al futuro de la isla. Según una encuesta de 2021, el 84% no cree que pueda llegar una solución del conflicto. Otra señalaba que el 66% de los grecochipriotas y el 63 % de los turcochipriotas aún defienden una solución federal.

Patricia Cruz

Soy Patricia, una periodista apasionada por la actualidad nacional que trabaja en la página web El Informacional, un periódico independiente en Español. Mi misión es informar a nuestros lectores de manera objetiva y veraz sobre los acontecimientos más relevantes de nuestro país. Con un enfoque crítico y comprometido, me esfuerzo por ofrecer un análisis profundo y riguroso de los temas que impactan a nuestra sociedad. Mi objetivo es contribuir a la formación de una ciudadanía informada y crítica a través de mi trabajo en este medio digital de gran prestigio.

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