Condena de seis meses de prisión por el robo en la iglesia del Carmen

Condena de seis meses de prisión por el robo en la iglesia del Carmen

En un veredicto histórico, un tribunal de justicia ha dictaminado una condena de seis meses de prisión para el autor del robo en la iglesia del Carmen, uno de los lugares de culto más emblemáticos de la ciudad. El delincuente, que había sido detenido en flagrante delito en el momento de cometer el delito, había admitido su responsabilidad en el robo de objetos de valor y dinero en efectivo. La condena es considerada exemplar por la gravedad del delito y la afectación a la comunidad religiosa. La iglesia, que había sido objeto de múltiples robos en el pasado, ve ahora una pequeña parte de justicia servida.

Condena de seis meses de prisión por robo en la iglesia del Carmen

Un ladrón burgalés decidió aprovechar el Día de Reyes de 2022 para cometer un robo en la iglesia del Carmen, situada en el corazón de la ciudad. Sin embargo, su intento de sustraer objetos de valor se vio frustrado cuando un religioso lo detuvo antes de que pudiera huir.

El ladrón, que no se presentó a la vista oral, fue condenado a seis meses de prisión por el juzgado de lo penal número ocho. Además, deberá abonar 283 euros a la parroquia como indemnización por los daños causados al edificio.

El acusado había entrado en la iglesia rompiendo el cristal de una puerta, y sustraído un micrófono, un crucifijo y un estandarte. Sin embargo, fue detenido por la Policía antes de que pudiera escapar con los objetos.

El abogado del acusado intentó recurrir el fallo, argumentando que la presencia de los objetos sustraídos en poder de su cliente no era prueba suficiente de su culpabilidad. Sin embargo, la Audiencia desestimó este argumento, ya que los agentes que detuvieron al ladrón recordaron que éste tenía cortes en los brazos producidos al fracturar el vidrio de la puerta.

La comunidad de los Carmelitas Descalzos, que vive en el emblemático templo, expresó su sorpresa al enterarse del robo, ya que no se guardan objetos de valor en la iglesia. Sin embargo, el ladrón se tuvo que conformar con poco, ya que solo logró sustraer objetos de poco valor.

El caso es un ejemplo de cómo la delincuencia no tiene días de asueto, ni siquiera en fechas señaladas como el Día de Reyes.