Condenado por abusos sexuales a una mujer mientras orinaba
En un caso que ha conmocionado a la opinión pública, un hombre ha sido condenado a una pena de prisión por abusos sexuales cometidos contra una mujer en un lugar público. Lo que hace que este caso sea aún más escandaloso es que los hechos ocurrieron mientras la víctima se encontraba orinando en un servicio de un establecimiento comercial. La sentencia ha sido dictada después de que se demostrara la culpabilidad del acusado, quien aprovechó la situación de vulnerabilidad de la mujer para cometer el delito. Este caso pone de relieve la necesidad de reforzar la seguridad y la protección de las mujeres en espacios públicos.
Propietario de negocio hostelero condenado a un año y medio de prisión por abusos sexuales
El dueño de un negocio hostelero del centro de Burgos ha aceptado una pena de un año y medio de prisión por los abusos sexuales cometidos hacia una empleada a la que llevó a un paraje cercano a la Cartuja y le realizó tocamientos cuando la joven se bajó para orinar.
Hechos probados
Según la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, los hechos se remontan al día 24 de diciembre de 2021. Ese día, el condenado, J.J.D.S., estuvo alternando por varios establecimientos del centro con sus dos empleadas. Una de ellas era la víctima, que apenas llevaba trabajando para él unos tres meses.
Una vez se fue la otra camarera, ambos regresaron al local para recoger varias pertenencias. Estuvieron charlando un rato en el almacén del bar, donde la joven se empezó a encontrar incómoda porque J.J.D.S. había abierto una botella de cava a pesar de que ella ya le había avisado de que había quedado con su pareja y familia para ir a cenar por Nochebuena.
La carta de la víctima
De hecho, le dijo que había acordado reunirse con ellos en La Bolera. El condenado se ofreció entonces a llevarla en coche hasta allí, pero en vez de cumplir con lo prometido decidió ir hasta el entorno de La Cartuja.
Estacionó en el aparcamiento que hay frente a Floristerías Castillas, un lugar apartado y sin iluminación, porque aseguró que en ese momento se encontraba mareado. La víctima aprovechó para bajarse del coche e ir a orinar, instante en el que su jefe fue tras ella y la sorprendió por detrás.
Los abusos sexuales
La joven trató de subirse los pantalones, pero él la cogió con ánimo libidinoso y puso su cara en el cuello. Acto seguido, pasó su mano por el pecho y por los glúteos por debajo del pantalón al tiempo que la dijo «estás muy buena, nadie se va a enterar».
La empleada le manifestó que no quería nada con él y le pidió que parase en repetidas ocasiones. Tras insistir durante unos segundos, finalmente J.J.D.S. se detuvo y decidió acompañarla hasta La Bolera para que se reuniera con sus familiares.
Consecuencias para la víctima
La joven, que en el momento en el que ocurrieron los abusos tenía 18 años, sufrió episodios de trastorno adaptativo mixto por los que precisó de tratamiento farmacológico y psicológico. Según los informes, presenta una evolución favorable con sintomatología residual y ansiedad cuando tiene que enfrentarse a situaciones que le recuerdan a estos hechos.
Es por eso que la sentencia fija una indemnización de 9.000 euros. La pena de cárcel será suspendida.
Además, el condenado no podrá acercarse ni comunicarse con la víctima durante cinco años.
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