Cuando el antipapa Clemente VII ofició misa en la Catedral de San Pedro de Roma
En un episodio poco conocido de la historia de la Iglesia Católica, el antipapa Clemente VII, que gobernó desde 1378 hasta 1394, ofició misa en la Catedral de San Pedro de Roma, el corazón espiritual de la cristiandad. Esta sorprendente circunstancia se produjo en un momento de gran confusión y cisma en la Iglesia, cuando dos, y posteriormente tres, papas rivales se disputaban la autoridad suprema. A pesar de la irregularidad de su situación, Clemente VII se atrevió a celebrar la misa en el lugar más sagrado de la cristiandad, lo que nos habla de la complejidad y los conflictos que caracterizaron esa época.
El antipapa que ofició misa en la Catedral de Burgos
Tras el cisma de las Clarisas, un terremoto con epicentro en Belorado y consecuencias aún imprevisibles, se ha descubierto una conexión entre estas monjas levantiscas y la Santa Sede con una secta emparentada con la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz.
La Iglesia Palmariana, conocida por sus extravagantes y delirantes creencias, tiene su propio Vaticano en una estrafalaria basílica erigida en un secarral cercano al pueblo sevillano de El Palmar de Troya. Esta secta, fundada por Clemente Domínguez, autoproclamado Papa con el nombre de Gregorio XVII en 1978, se ha convertido en un grupo de fervorosos fanáticos que han generado gran controversia en España.
Clemente VII: de la visión a la manipulación
Clemente Domínguez, líder de la Iglesia Palmariana, se creció al calor de las presuntas visiones que cuatro criaturas dijeron haber tenido en la finca de La Alcaparroa, lindante a la localidad andaluza de El Palmar de Troya. Se autoproclamó Papa y montó un negocio que le procuró pingües beneficios económicos, así como un estilo de vida lujoso que incluía etílicas bacanales y saturnales orgías sexuales.
Sin embargo, según miembros que abandonaron la secta, el antipapa era un abusador, un depredador sexual y crematístico. A pesar de esto, en pleno tardofranquismo, logró tener predicamento y viniendo aún más arriba cuando el dictador Francisco Franco (al que esta iglesia, dicho sea de paso, canonizó junto a José Antonio Primo de Rivera, Don Pelayo o Cristóbal Colón).
La Iglesia Palmariana: un camino de ilusión y engaño
Clemente Domínguez, después de un accidente de tráfico que le costó la vista, dijo haber recibido un mensaje de Jesucristo en el que se le anunciaba que sería el futuro Pedro, el Papa que consolidaría la fe en la integridad de la Iglesia. Este mensaje le dio el poder para seguir adelante con su misión evangélica, a pesar de su ceguera.
Visitó Burgos en varias ocasiones, incluso después de que la Santa Sede lo excomulgara en 1976. En una de sus visitas, ofició misa en la Catedral de Burgos, rodeado de sus obispos. Sin embargo, su devoción por el Cristo de Burgos no le procuró ningún bien, y nunca recuperó la vista. Finalmente, confesó abusos sexuales a sacerdotes y monjas de la Orden por él fundada y pidió perdón.
Santa Lucía no obró con él milagro alguno, y Clemente Domínguez terminó como un ejemplo de cómo la manipulación y el engaño pueden llevar a la ruina a aquellos que se dejan llevar por la ambición y la codicia.
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