¿Cuánto dinero en reserva es prudente tener en tu cuenta corriente?
En la actualidad, la gestión financiera personal es fundamental para alcanzar la estabilidad y la seguridad económica. Una de las preguntas más frecuentes que se hacen las personas es ¿cuánto dinero en reserva es prudente tener en su cuenta corriente? Esta pregunta es especialmente relevante en tiempos de incertidumbre económica, donde la capacidad de afrontar imprevistos y gastos inesperados puede ser clave para evitar problemas financieros. En este sentido, contar con una reserva financiera adecuada puede ser la diferencia entre la tranquilidad y el estrés financiero. En este artículo, exploraremos las recomendaciones y consejos para determinar la cantidad de dinero que debes tener en reserva en tu cuenta corriente.
Ahorros y emergencias: ¿cuál es el nivel ideal de reserva en tu cuenta corriente?
Conseguir ahorrar es el objetivo de la gran mayoría de personas, al menos de todas aquellas que son conscientes de que es necesario cubrir el futuro para no tener problemas económicos.
Sin embargo, es habitual que con cierta frecuencia haya que hacer desembolsos inesperados, lo que implica tener que echar mano de ese dinero acumulado. Tener ahorros suficientes para poder disfrutar de una buena jubilación es algo que habitualmente genera cierta preocupación, y es por ello por lo que conviene comenzar a ahorrar para poder disfrutar de un futuro más estable desde el punto de vista económico.
La importancia del fondo de emergencia
Para poder vivir sin preocupaciones y sin que pueda suponer un problema para tus ahorros, debes tener en cuenta una serie de factores que tienen una relación directa con ello, como son el salario, los gastos fijos y los gastos variables, así como otros como el tiempo que lleves en tu puesto de trabajo actual o la edad, dado que el volumen de ahorros no será el mismo con 25 años que con 55.
En todo caso, para poder conocer cuántos ahorros es recomendable que tengas en tu cuenta bancaria, se puede recurrir a la conocida como Fórmula Greene, la cual establece que, con 20 años, se debe ahorrar un 25% del salario anual, para que, una vez alcanzados los 30 años, se debería tener ahorrado lo equivalente a un año de sueldo.
Al llegar a los 35 años, lo ideal sería tener ahorrado el doble del sueldo anual, para a partir de los 40 años, cada cinco años se tendría que ahorrar un 100% más del salario anual.
¿Cuándo hay que utilizar los ahorros para imprevistos?
Las ocasiones en las que hay que recurrir a los ahorros para hacer un gasto es en aquellos casos en los que surge un imprevisto, pero para ello es necesario diferenciar entre lo que lo es y lo que no, con unos límites claramente establecidos.
De esta forma, si por ejemplo se necesita arreglar el coche porque ha sufrido una avería, este sí es un gasto imprevisto que hará que sea necesario recurrir al fondo de emergencia, mientras que, si te estás planteando renovar tu vehículo porque ya tiene muchos años, aunque sigue cumpliendo con su cometido, lo mejor es que evites utilizar el dinero para emergencias y en su lugar eches mano de tus ahorros.
Esto quiere decir que conviene diferenciar entre el fondo de emergencia, es decir, el dinero destinado a imprevistos, y el colchón de ahorros, de forma que puedas tener bien organizadas tus finanzas para que un gasto inesperado no arruine toda tu economía.
En este sentido, sería interesante disponer de un colchón financiero equivalente a una cantidad de entre 3 y 6 meses de tus gastos recurrentes, de manera que, si cada mes gastas 1.000 euros, tengas ahorrado entre 3.000 y 6.000 euros.
Otra opción es la de ahorrar lo equivalente a entre 3 y 6 meses de sueldo mensual, por lo que, si ingresas 1.500 euros, deberías contar con entre 4.500 y 9.000 euros como fondo de emergencia.
A esta cantidad usada como fondo de emergencia, podrías sumar otro dinero que puedas ahorrar cada mes y que forme parte de una cuenta destinada para tus ahorros para caprichos, inversiones o jubilación.
Recuerda que la clave para ahorrar de manera efectiva es establecer metas claras y realistas, y ser consciente de la importancia de tener un fondo de emergencia para enfrentar imprevistos.
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