Del chiscón a la Policía del siglo XXI

Del chiscón a la Policía del siglo XXI

En un mundo cada vez más tecnológico y complejo, la labor policial ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. De la tradicional figura del chiscón, símbolo de la autoridad y la vigilancia, hemos pasado a una Policía del siglo XXI, equipada con las últimas tecnologías de vanguardia y enfocada en la prevención y la investigación científica. En este artículo, exploraremos los cambios que han llevado a esta transformación y cómo la Policía moderna se enfrenta a los nuevos desafíos de la delincuencia y la seguridad ciudadana.

La Policía Local de Aranda cumple 100 años: una herencia de la Guardia Civil

La tradición de llamar guardia a los agentes de la Policía Local en Aranda sigue viva en la habla de la calle. Esta costumbre se remonta a antes de la creación de este cuerpo, que este año celebra su centenario.

La creación de la Policía Municipal

Hasta 1924, la Guardia Civil era la encargada de velar por la seguridad en la capital ribereña. Sin embargo, el Estatuto Municipal de Calvo Sotelo permitió que los municipios del tamaño de Aranda tuvieran su propia policía urbana.

Los primeros agentes eran vecinos de a pie, formados para cumplir sus funciones. Eran conocidos por todos los vecinos, lo que les hacía cercanos, pero en ocasiones les restaba autoridad. Según Pedro Miguel, descendiente de uno de los primeros agentes, al principio, la policía municipal estaba formada por hombres que eran naturales de Aranda, muy conocidos de la población que entonces era de unos 7.000 habitantes, y cada uno de los guardias disfrutaba de su apodo, al igual que el resto de los vecinos.

El cambio en la relación con la población

Con el paso del tiempo, la relación de la población con los agentes ha cambiado. Ahora, son más respetados porque no son conocidos personalmente. Javier Rojas, nieto del Lolo, uno de los pioneros en la seguridad local arandina, comenta que en esta nueva hornada, además de estar más preparados que los de entonces, despiertan más respeto porque no son conocidos.

Cambios materiales

La sede de la Policía Local ha cambiado del chiscón o calabozos de los bajos de la Casa Consistorial a una moderna sede estrenada el año pasado. También ha habido un incremento de plantilla en paralelo al crecimiento de la población, y una mejora en los medios técnicos de los que disponen los agentes para su labor.

La creación del cuerpo de Agentes de Circulación

En 1957, se creó el cuerpo de Agentes de Circulación para paliar los atascos que provocaba el paso de la N-I por el centro de la ciudad. Estos policías se colocaban en los cruces del Arco Isilla y de La Cadena, y se les conocía como los del gorro blanco o los del orinal por su vestimenta.

Según Miguel, nieto de uno de estos agentes, el día de Nochebuena, las casas comerciales, las empresas y los bares de Aranda les dejaban el aguinaldo a sus pies; resultaba un hecho curioso, pues el guardia dirigía el tráfico rodeado de turrón, mazapanes, botellas de vino..

La evolución de la Policía Local

La labor de dirigir el tráfico en los cruces desapareció en 1981, cuando entró en servicio el desvío. La Policía Local ha evolucionado con la sociedad, dando respuesta a sus necesidades y aprovechando los avances técnicos para mejorar su servicio a la población.

Este cuerpo es el pilar de la seguridad en la ciudad y ha evolucionado con su sociedad, dando respuesta a sus necesidades y aprovechando los avances técnicos para mejorar su servicio a la población. Una labor que los vecinos deberían reconocer, agradecer y respetar.

Una presencia continua en la idiosincrasia local

Los agentes de la Policía Local siempre han formado parte del paisaje arandino. Una presencia continua que ha propiciado que estén presentes en detalles culturales propios de la idiosincrasia local. En el Cancionero Arandino tienen una letra propia con la primera plantilla.

La labor de la Policía Local es fundamental para la seguridad de la ciudad y merece el reconocimiento y el respeto de la población.