El alcalde de Cádiz impone un alto a las nuevas licencias de viviendas turísticas en el casco histórico de la ciudad
En un histórico y esperado anuncio, el alcalde de Cádiz ha decidido suspender la concesión de nuevas licencias de viviendas turísticas en el casco histórico de la ciudad. Esta medida, que busca preservar la identidad cultural y la calidad de vida de los gaditanos, tiene como objetivo frenar el desarrollo descontrolado del turismo en el corazón de la ciudad. La decisión ha sido tomada después de reiteradas quejas de los vecinos y organizaciones ciudadanas, quienes denunciaban la degradación del patrimonio histórico y la convivencia en el área. Esta noticia es un giro importante en la política urbana de la ciudad y tendrá un impacto significativo en la forma en que se desarrolla el turismo en Cádiz.
Alto a las licencias turísticas en el casco histórico de Cádiz
El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha anunciado esta mañana, durante el pleno de debate sobre el estado de la ciudad, que se suspenderán de manera inmediata las nuevas licencias de viviendas turísticas en el casco antiguo.
Según ha explicado el alcalde, no se van a poder registrar nuevas viviendas y se advierte de que se están estudiando sanciones. Así mismo, el alcalde ha indicado que se habilitará un canal de denuncia en el que se está trabajando.
La medida se toma hasta conocer los datos de presión turística en Cádiz. El consejero aclara que Andalucía no es un destino saturado y apela a los ayuntamientos a aplicar el decreto sobre los pisos turísticos.
La ciudad de Cádiz se enfrenta a un serio problema con una oferta de vivienda escasa y precios elevados. Según datos oficiales de la Junta de Andalucía, Cádiz es la capital de provincia andaluza con más Viviendas de Uso Turístico por habitante.
En concreto, y según datos oficiales -sin contar las viviendas ilegales y las de alquiler por temporada-, la ciudad de Cádiz cuenta con 21 viviendas turísticas por cada 1.000 habitantes, mientras que Málaga tiene 19 por cada 1.000 habitantes y Granada roza las 14 viviendas turísticas por cada 1.000 habitantes.
Esta decisión del alcalde busca frenar la especulación inmobiliaria y proteger el patrimonio histórico de la ciudad. Con esta medida, se busca equilibrar la oferta de viviendas turísticas con la demanda de los residentes.
El alcalde ha demostrado su compromiso con la protección del patrimonio histórico y la calidad de vida de los ciudadanos de Cádiz, y esta decisión es un paso importante en esa dirección.
Esperamos que esta medida tenga un impacto positivo en la ciudad y que contribuya a mantener el equilibrio entre el turismo y la vida cotidiana de los gaditanos.
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