El Clásico Revivido: 'De estreno 50 años después'

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El Clásico Revivido: 'De estreno 50 años después'

En un sorprendente giro de los eventos, una de las películas más emblemáticas de la historia del cine ha vuelto a la vida después de cinco décadas. Después de 50 años, el clásico de la pantalla grande, que fuera un éxito rotundo en su estreno original, vuelve a los cines con una nueva versión restaurada que promete dejarnos con la boca abierta. La oportunidad de ver esta obra maestra en formato digital de alta definición es un regalo para los amantes del cine que no se pueden perder.

Renovación de vestidos: Gigantillos y Gigantones lucen nuevo en el Curpillos

Cinco siglos de historia no significan mucho, salvo que ese sea el tiempo para vestir la misma ropa. La lluvia y el barro, las defecaciones de palomas, los dedos de varias generaciones de burgaleses, el polvo de medio siglo y el simple paso del tiempo han ajado, descolorido, descosido y remendado la ropa de Gigantillos y Gigantones, que durante cinco décadas han vestido las mismas prendas con algunos puntuales apaños. Tocaba, por tanto, renovar el armario.

Las encargadas de hacer los patronajes y confeccionar las nuevas prendas han sido las alumnas del Taller de Patrimonio Textil -el programa mixto de formación y empleo- durante el curso pasado y este. Este mismo viernes terminaban de vestir a los Gigantillos, la última pareja en estrenar paños. Salvo el matrimonio cidiano, que lució traje nuevo el fin de semana dedicado al medievo, el resto no han salido aún a la calle con la indumentaria remozada.

El Clásico Revivido: Tallas y telas de arte para un nuevo siglo de Gigantillos y Gigantones

El Clásico Revivido: Tallas y telas de arte para un nuevo siglo de Gigantillos y Gigantones

La renovación de los trajes de Gigantillos y Gigantones es un trabajo artesanal que ha requerido de grandes esfuerzos y dedicación. Doce metros de paño de Pradoluengo han sido necesarios para la falda y otras tantas para una de las dos enaguas que lleva la Gigantilla. Sobre la saya, un mandil negro cuya pasamanería con abalorios y rocalla se ha creado en el taller para ahorrar costes. «Hay que valorar el trabajo de una de las alumnas que ha cosido todas las piedras a mano. Una a una. Se vende hecho, pero el metro cuesta 50 euros y necesitábamos cuatro. Así que ese trabajo artesanal está hecho en casa», destacan tanto Victoria Rebé, la monitora, como Gloria Díez, la coordinadora del taller.

La parte superior de la serrana lleva una blusa y una chaqueta, también renovadas. Lo único que se mantiene es el pañuelo, en mejor estado porque a 'la niña' le confeccionó Concha Madorrán algunas prendas hace veinte años. Doce metros de paño de Pradoluengo también han sido necesarios para la capa castellana forrada de terciopelo que luce el Gigantillo. En el caso del sombrero, ha habido que retirarle el paño, limpiar a conciencia el armazón de chapa y volver a forrarlo.

«Esta indumentaria no se cambia de un día para otro, así que haber participado en la creación de unos ropajes que quizá duren otros cincuenta años es un honor. Son además materiales ricos y delicados, pelas labradas o bordadas que cuesta trabajarlas, pero merece la pena. Y una labor que va a ver toda la ciudad. Por eso debe quedar perfecto», explica Carmen, una de las orgullosas alumnas. «Al final formamos parte de la historia de la ciudad», añaden sus compañeras.

A las ocho costureras de este año hay que sumar las ocho que participaron el curso pasado, y a las que se les debe la renovación de la indumentaria de los Gigantones. «La pareja más complicada ha sido la de los indios porque ha habido que tejer el terciopelo con la pasamanería. Y trabajar el terciopelo es difícil. De ahí también la dificultad de los Reyes Católicos», confiesa Gloria, recordando que el traje de Isabel lleva cien escarapelas (una tela circular superpuesta) con botón en el centro que hubo que coser una a una sobre ese tejido.

Para algunos de los complementos, y por barrer para casa, han echado mano de la Escuela de Arte -en el caso del cinto de cuero y la funda de la espada del Cid del mismo material- y el taller de Jardinería -para las flores de la Gigantilla-. Concluida esta tarea, lo siguiente será confeccionar los treinta trajes de los danzantes con una partida de 11.000 euros.

Patricia Cruz

Soy Patricia, una periodista apasionada por la actualidad nacional que trabaja en la página web El Informacional, un periódico independiente en Español. Mi misión es informar a nuestros lectores de manera objetiva y veraz sobre los acontecimientos más relevantes de nuestro país. Con un enfoque crítico y comprometido, me esfuerzo por ofrecer un análisis profundo y riguroso de los temas que impactan a nuestra sociedad. Mi objetivo es contribuir a la formación de una ciudadanía informada y crítica a través de mi trabajo en este medio digital de gran prestigio.

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