El consumo de alcohol en aviones puede ser un peligro para la salud cardiovascular
Subirse a un avión puede ser una experiencia estresante para muchos, y algunos recurren al alcohol para tratar de relajarse durante el vuelo. Sin embargo, una investigación reciente sugiere que esta práctica puede ser perjudicial para la salud cardiovascular.
La combinación de presión en la cabina y alcohol en vuelo puede ejercer una tensión innecesaria en los corazones de los pasajeros, incluso en aquellos jóvenes y sanos. Según los científicos del Instituto de Medicina Aeroespacial de Alemania, esta combinación reduce los niveles de oxígeno en sangre y acelera la frecuencia cardíaca.
Los investigadores están preocupados por el riesgo que esto supone para la salud de los pasajeros. El consumo de alcohol a bordo es un riesgo para la salud subestimado que podría evitarse fácilmente, afirman. Puede ser beneficioso considerar modificar las regulaciones para restringir el acceso a bebidas alcohólicas a bordo de los aviones.
El riesgo cardiovascular durante los vuelos
Las complicaciones relacionadas con el corazón representan el 7% de todas las emergencias médicas durante los vuelos. Además, los paros cardíacos provocan el 58% de todos los casos de desvío de aviones.
Los expertos enfatizan que los pasajeros aéreos con enfermedades cardíacas preexistentes presentan un mayor riesgo de sufrir síntomas exacerbados debido a la menor presión en la cabina en altitudes de crucero, lo que empeora cuando duermen.
El experimento que reveló la verdad
En un intento por comprender los efectos del alcohol y el sueño en ambientes con poco oxígeno, los científicos llevaron a cabo un experimento con 48 participantes de entre 18 y 40 años. Los sujetos pasaron dos noches en un laboratorio del sueño o en una cámara de altitud, que imita las condiciones de un avión a altitud de crucero.
Los resultados del estudio concluyeron que la combinación de alcohol y una baja concentración de oxígeno en altitudes elevadas afecta negativamente la calidad del sueño, ejerce presión sobre el sistema cardiovascular y provoca períodos prolongados de niveles bajos de oxígeno en la sangre.
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