En un informe reciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado un crecimiento económico significativo para España en el año 2023. Según las proyecciones del organismo internacional, el Producto Interno Bruto (PIB) español experimentará un aumento del 2,4%, lo que supone una buena noticia para la economía española. Este crecimiento se debe principalmente al incremento del consumo y la inversión, dos factores clave que impulsarán el desarrollo económico del país. Esta predicción es un halago para el gobierno y los sectores productivos españoles, que han trabajado arduamente para impulsar la recuperación económica. A continuación, analizaremos las implicaciones de esta predicción y lo que significa para el futuro económico de España.
FMI mejora sus previsiones de crecimiento para España
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a dar un espaldarazo a España, al mejorar sus previsiones de crecimiento para este año en cinco décimas, hasta el 2,4%. Este avance supondría que el PIB mantiene prácticamente el mismo dinamismo que el año pasado, cuando la economía española fue la que más creció entre las grandes economías de la Eurozona.
Consumo privado y inversión, motores del crecimiento
El consumo privado y la inversión serán los principales motores de la actividad a lo largo del ejercicio, según el FMI. El organismo espera que el consumo privado se fortalezca a medida que la tasa de ahorro de los hogares se normalice gradualmente y que los salarios reales sigan aumentando de forma constante.
Además, el FMI espera que la inversión privada, una de las variables que más débil se ha venido mostrando hasta finales de 2023, se beneficiará de la relajación de las condiciones financieras y del desembolso continuado de los fondos europeos Next Generation.
Inflación, bajo control
En lo que respecta a la inflación, el FMI estima que tanto la inflación general como la subyacente seguirán disminuyendo a lo largo de este y el próximo ejercicio, acercándose al objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE) antes de mediados de 2025.
Riesgos para el crecimiento
La fragmentación política interna, la posible infrautilización de los fondos europeos, una ralentización de la economía mundial y la fragmentación geoeconómica son algunos de los riesgos que el FMI advierte que podrían afectar el crecimiento. También cita la posible subida de los precios mundiales de la energía y un aumento de los costes laborales unitarios más rápido de lo previsto como riesgos para la inflación.
Recomendaciones para España
El FMI destaca la sólida capacidad de resistencia de la economía española y los resultados del mercado laboral, si bien insta a continuar con los esfuerzos para mantener la estabilidad macroeconómica y abordar los retos estructurales de España para fomentar la convergencia de los niveles de renta del país hacia los de otras grandes economías.
El organismo recomienda un plan fiscal explícito a medio plazo que reduzca las ineficiencias tributarias, eleve las bases imponibles y permita reconstruir las reservas fiscales y mantener la deuda en una trayectoria descendente. También pide garantías para que si se hacen permanentes los gravámenes extraordinarios sobre los bancos y las energéticas, se diseñen adecuadamente para minimizar posibles distorsiones.
Además, el FMI reclama un paquete equilibrado de medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y recomienda mantener los esfuerzos para reducir aún más el dualismo del mercado de trabajo e integrar mejor las políticas activas y pasivas.
Por último, el FMI destaca la importancia de impulsar la oferta de vivienda para mejorar su asequibilidad.
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, ha sido la encargada de presentar este informe.
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