El Gobierno anuncia un plan de emergencia para prevenir un verano negro en la AP-1
En un esfuerzo por garantizar la seguridad energética y evitar cortes de suministro durante el próximo verano, el Gobierno ha anunciado un plan de emergencia para la autopista AP-1. Este plan, que se pondrá en marcha de inmediato, tiene como objetivo prevenir un verano negro, escenario que se ha vuelto cada vez más probable debido a la creciente demanda de energía en la zona. Según fuentes oficiales, el plan contempla una serie de medidas preventivas, como la ampliación de la capacidad de generación y la optimización de la red de distribución, para asegurar que la AP-1 tenga el suministro energético necesario para hacer frente a la creciente demanda durante los próximos meses.
Gobierno lanza plan de emergencia para evitar atascos en la AP-1
En un verano en el que se prevé un récord de intensidades de tráfico en las carreteras burgalesas, con más de un millón de vehículos esperados en apenas dos meses, la Jefatura Provincial ha lanzado un plan de choque para prevenir atascos en la autopista AP-1.
La vieja autopista soporta cada vez más retenciones en temporada estival, colapsando al menos una vez cada fin de semana entre mediados de junio y principios de septiembre. Algunos atascos han sido históricos, como las más de 9 horas que permanecieron atrapados centenares de conductores en 2022 en los túneles de Pancorbo, o el desprendimiento en Monasterio de Rodilla que obligó a cortar un carril durante días hace un año.
Por eso, junto con la Guardia Civil, se ha dispuesto un plan de choque con varias medidas para minimizar el impacto en caso de caravana. Entre las novedosas medidas se encuentran la colocación y activación de más paneles informativos en los accesos y diferentes tramos de la AP-1, así como la instalación de más cámaras y sensores para el cálculo de intensidades que informen del riesgo de colapso.
El objetivo es lograr una mayor coordinación y, sobre todo, ganar tiempo a la hora de desviar vehículos en caso de que se produzca un accidente, que es lo que, principalmente, provoca los atascos. Sabemos que cualquier choque, en días en los que hay miles de vehículos, va a generar un atasco kilométrico. La idea es, dentro de nuestras posibilidades, minimizar el impacto que pueda tener, explica el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán.
Con este plan, el Gobierno busca garantizar la fluidez del tráfico y evitar los graves atascos que se producen en la AP-1 durante los fines de semana de verano. La Jefatura Provincial confía en que estas medidas ayuden a reducir los problemas de tráfico y a mejorar la experiencia de los conductores que circulan por esta importante vía.
(Más información, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos)
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