El gran premio de los bolos

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El gran premio de los bolos

En un emocionante fin de semana en la ciudad de Barcelona, se llevó a cabo la XXV edición del Gran Premio de los Bolos, uno de los eventos más importantes del calendario deportivo nacional. Esta competición, que atrajo a más de 5.000 espectadores, reunió a los mejores jugadores de bolos del país y del extranjero, quienes se enfrentaron en una emocionante lucha por el título. El Campeonato de España de Bolos es considerado como uno de los más prestigiosos del mundo y, en esta ocasión, no defraudó las expectativas. A continuación, te contamos todos los detalles de esta edición del Gran Premio de los Bolos.

El gran premio de los bolos: Cádiz busca el fin de una temporada aburrida

El gran premio de los bolos: Cádiz busca el fin de una temporada aburrida

Dele una vueltecita a sus planes o piénselo mejor antes de tragarse el bolo que va a cerrar este sábado una de las temporadas más aburridas, horribles, desquiciantes e insulsas de un Cádiz que no ha parado hasta conseguir llegar a la última jornada de Liga con sus dos piecesitos en la Segunda División.

Eso sí, jugará el trámite ante otro equipo que lleva ya un tiempo con las chanclas, el sombrero de paja puesto y la barriga al aire dando una imagen lastimera y triste.

Pero lo que haya pasado en Almería poco importa a los cadistas, esos a los que al menos la negligencia de su club le ha salvado de un desplazamiento de lo más coñazo a una tierra andaluza separada por muchos kilómetros y bajo un calor del desierto de mil pares.

La pena es que no se lo ha ahorrado por lo mismo que se lo ahorró a otro igual de lastimero, en Elche, donde el Cádiz de Sergio llegaba con la permanencia prácticamente en el bolsillo; no como la que consiguió hace dos años en Vitoria, la última gran alegría amarilla, esa de la que dijo el presidente que no había que celebrar al tratarse de una permanencia.

Ay, don Manuel.

El caso es que se llega a Almería con muy pocas ganas y menos motivación. Si ya de por sí da pereza jugar un amistoso, qué no dará tener que jugarlo en plena competición.

Debían haber sido cuatro los bolos con los que se tuvo que despedir este triste equipo de Pellegrino de la Primera División. Sin embargo, a Las Palmas le dio por jugar con fuego y se iba quemando en Carranza de no ser porque en frente tenía a un equipo que no estaba capacitado ni para ganar a un equipo alevín en el caso de que este se jugase aunque fuera la paga del domingo después de misa.

El once cadista cumplió el guion como el que más y, lo peor, es que muchos ingenuos se creyeron la gran mentira.

¿Pegaba acaso esos cánticos de euforia tras conseguir los tres puntos ante un Getafe que disparaba con balas de fogueo?

¿Es que nadie de los aplaudidores se pispó que los de Bordalás habían jugado paseándose por el césped?

¿De verdad que el personal se autoengaña tan fácilmente?

En fin. Pero, claro, al volante de una afición ciega iba el mayor de los problemas. ¿Cuál?

El relato de un club que no se ha cansado de meter la pata jornada tras jornada y partido a partido.

Como el que fue después en Sevilla, un simulacro en toda regla y que terminó con un gol facilitado en el descuento para volver a llenar de trolas las cabezas de muchos cadistas.

Ay, las cabezas.

Porque, en serio ya, ¿qué no se le pasaría a alguien por la cabeza para festejar en los aledaños del Pizjuán una victoria encauzada?

¿Por qué?

¿Por qué muchos cadistas tuvieron que presenciar el bochorno de ver a otros celebrar algo que hasta un ciego pudo comprobar que se trataba de humo?

Uff. Las imágenes de cadistas –jóvenes, quizás ahí el perdón de la inocencia–, sacaban a más de uno los colores tras ver por segundo partido consecutivo como los de amarillo no eran casi que ni capaces de ganar a dos equipos que se hicieron el dormido.

Derribados los dos bolos, lo peor fue ver como ese mismo día del Pizjuán, Las Palmas no ganaba su partido al Betis y tendría que venir a Carranza a jugar de verdad, algo que para estos muchachos de Pellegrino era sinónimo de no poder ganarles.

Y en efecto, a Las Palmas le valía un punto y su punto que se llevó.

Le llegan a valer tres y su victoria que se habrían llegado.

Sí, sí, sí, no se hagan trampas al solitario.

Este Cádiz 23/24 jamás ha estado capacitado para ganar a un rival de igual a igual.

Así que qué mejor que para ponerle la puntilla a un año de mentiras que disputar el gran bolo de los bolos en un estadio ya de Segunda, ahí donde la verdad, por el bien de todos, deberá comenzar a practicarse desde la semana que viene.

Una vez que regrese de El Salvador una expedición encabezada por un presidente que deberá medir a partir de ahora la grandeza de sus palabras para que no se le vuelvan en su contra a las primeras de cambio.

Porque no, esta temporada nunca ha sido la mejor de la historia del Cádiz CF.

P.D. Se supone que Pellegrino dará minutos a los menos habituales.

Rubén Flores

Hola, soy Rubén, autor en El Informacional, un periódico independiente de actualidad nacional en Español. Me apasiona investigar y compartir noticias relevantes con nuestra audiencia. Mi objetivo es ofrecer información veraz y de calidad para mantener a nuestros lectores informados sobre los acontecimientos más importantes de nuestro país. ¡Gracias por confiar en El Informacional para mantenerte al día!

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