En un día que difícilmente será olvidado en la historia de la tauromaquia, El Melli se convirtió en el héroe del ruedo en la emocionante corrida celebrada en Sanlúcar. La multitud enardecida se volcó en su apoyo, levantándolo en hombros junto a otros dos grandes matadores, Roca Rey y Pablo Aguado. La tarde del domingo se caracterizó por la emoción y la pasión, con una serie de faenas que dejarán huella en la memoria de los asistentes. La gran actuación de estos tres diestros matadores supo llevar al público a la euforia, en un final de tarde que será recordado durante mucho tiempo.
Triunfo de El Melli y Roca Rey en un emocionante fin de tarde de tauromaquia en Sanlúcar
En una emocionante tarde de tauromaquia en Sanlúcar, El Melli, el nuevo diestro sanluqueño, triunfó con un emocionante toreo que culminó con un torero desplante de rodillas. Ataviado para la ocasión con un impoluto terno blanco y oro, Germán Vidal, El Melli, recibió a Brujito, un negro mulato de 526 kilos, con verónicas acompasadas y ganando terreno en cada lance.
Con un templado y dominador saludo capotero, El Melli se esforzó en una digna actuación que culminaría con un torero desplante de rodillas. Tres pinchazos y uno hondo, más dos golpes de verduguillo acabaron con este toro de su alternativa.
En su segundo lance, El Melli recibió a una res que no evidenció un acometer demasiado airoso y que solo cumplió en su encuentro con el picador. Apretó hacia los adentros en banderillas poniendo en aprietos al peonaje y arribó al tercio de muerte con ciertas dudas sobre su comportamiento.
Y éste pronto se revelaría con manifiesta nobleza pero sin excesiva transmisión en su reiterado acometer. Circunstancia que aprovecharía a la perfección el nuevo diestro sanluqueño, que cuajó tandas de derechazos y naturales con suma solvencia y gusto.
Roca Rey brilla en la lidia
Roca Rey, el peruano, templó con su poderosa capa la escueta y desganada acometida del segundo de la tarde, que no demostraba constituir dechado alguno ni de casta ni de poder. Un variado y luminoso quite del peruano alegró una lidia que transcurría sumida en lo espeso y rutinario.
El cuarto de la suelta fue un bello ejemplar, melocotón de capa, que no dio facilidades al peruano en su lidia capotera al echar las manos por delante y frenarse en su viaje. Ya en el tercio rehiletero, Viruta se desmonteró tras parear con acierto y solvencia.
El peruano, tras intentarlo por ambos pitones, optó por el toreo de cercanías en un continuado alarde de valor que encendió a la concurrencia. Una perfecta ejecución del volapié le valió para elevar a tres el número de sus trofeos en la tarde.
Otros diestros también brillaron
Pablo Aguado también destacó en la lidia, lanceando con verónicas de sumo gusto y cadencia, que abrochaban con bellísima media en genuflexa posición. Su faena fue de extraordinario gusto ante un animal que repetía unas embestidas carentes de vigor y profundidad.
Diego Ramón Jiménez también arriesgó mucho en un lucido par de banderillas, que se desmonteró en cortés correspondencia al unánime ovación.
La corrida finalizó con una gran ovación, después de que se lidiaron seis ejemplares de Torrealta, bien presentados y nobles, salvo el primero que presentó dificultades. Justos de raza en general. Casi lleno en la plaza de toros de Sanlúcar.
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