En un gesto significativo, el papa ha brindado su apoyo al equipo del Mallorca al acompañarlos en la final de la Copa del Rey. Durante el encuentro, la presidenta del Govern, Armengol, tuvo el honor de entregarle una camiseta con el escudo del club al pontífice, quien mostró su alegría y agradecimiento por el gesto. Este acto representa un momento de unión y fraternidad, donde el deporte y la fe se entrelazan en un ambiente de camaradería y respeto. La presencia del papa en un evento deportivo de esta magnitud resalta la importancia de valores como la solidaridad, la humildad y la paz, que trascienden fronteras y unen a personas de distintas procedencias en torno a una misma pasión.
El Papa Francisco recibe camiseta del Mallorca de regalo en el Vaticano
En una emotiva audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Sumo Pontífice, el papa Francisco, fue obsequiado con una camiseta del RCD Mallorca por la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. Este gesto se enmarca en la cercanía y amistad que une a ambos, así como en la pasión compartida por el fútbol, un deporte que despierta la emoción y el espíritu de competencia en todo el mundo.
La entrega de la camiseta tuvo lugar horas antes de la esperada final de la Copa del Rey, donde el Mallorca se enfrentaría al Athletic en un duelo lleno de expectativas y emociones. Armengol, con gentileza y entusiasmo, compartió con el Santo Padre los pormenores de este trascendental encuentro deportivo que tendría lugar en La Cartuja de Sevilla, subrayando la importancia y el significado que tiene para ambas aficiones.
La camiseta roja del Mallorca, símbolo de identidad y arraigo a la tierra natal del papa Francisco, fue recibida con gratitud y aprecio por parte del líder de la Iglesia Católica, quien reconoció el gesto como un acto de cariño y consideración hacia su persona. Este regalo, cargado de simbolismo y afecto, refleja la conexión especial que existe entre el Papa y los fieles seguidores del equipo balear.
Iñigo Urkullu pide que no se pite el himno en la final de Copa por respeto institucional
En otro orden de ideas, Iñigo Urkullu, en un acto de respeto y consideración hacia las instituciones, solicitó que no se realicen pitadas durante la interpretación del himno nacional en la final de la Copa del Rey. Este gesto, que busca preservar el respeto y la armonía entre los distintos sectores de la sociedad, refleja la importancia de mantener la cordialidad y el civismo en eventos de gran relevancia como este.
En este contexto, Francina Armengol expresó sus mejores deseos a ambos equipos participantes en la final de la Copa del Rey, reconociendo el mérito y la dedicación de los jugadores en su camino hacia la conquista del título. La emoción y la pasión que despierta el fútbol se convierten en un vehículo de unión y fraternidad entre los aficionados, quienes ven en cada partido una oportunidad de celebrar la excelencia deportiva y el espíritu competitivo.
En definitiva, la entrega de la camiseta del Mallorca al Papa, así como el llamado al respeto institucional por parte de Urkullu, marcan un hito en la convergencia entre el deporte, la política y la religión, demostrando que, más allá de las diferencias, es posible encontrar puntos de encuentro y convivencia en torno a valores compartidos como el respeto, la amistad y la solidaridad.
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