- El poder de la música: Johann Sebastian, un barítono con autismo, descubre la clave para relacionarse y comunicarse
- La melodía de la integración: Johann Sebastian, un cantante con autismo, abre corazones y puertas
- Un nombre que predeterminó su destino
- Superando el autismo
- El poder de la música
- Un camino lleno de desafíos
- Una oportunidad en Europa
- La creación de Mi Voz por un Mundo Más Humano
- Un proyecto que busca la inclusión
- La lucha por la inclusión
- Un gran sueño a punto de cumplirse
El poder de la música: Johann Sebastian, un barítono con autismo, descubre la clave para relacionarse y comunicarse
En un mundo donde las palabras a menudo fallan, la música se erige como un lenguaje universal que trasciende las barreras de la comunicación. Es el caso de Johann Sebastian, un joven barítono con autismo que ha descubierto la clave para relacionarse y comunicarse a través de su pasión por la música. A pesar de las dificultades que conlleva su condición, Johann ha encontrado en la música una forma de expresar sus emociones y conectarse con los demás. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo el poder de la música puede transformar vidas y abrir puertas a nuevas oportunidades de comunicación y conexión.
La melodía de la integración: Johann Sebastian, un cantante con autismo, abre corazones y puertas
Johann Sebastian Salvatori Fois es un barítono venezolano con autismo que ha descubierto la clave para relacionarse y comunicarse a través de la música. Su historia es una inspiradora muestra de cómo la pasión y la perseverancia pueden superar cualquier obstáculo.
Un nombre que predeterminó su destino
Su padre estaba leyendo un periódico que incluía un anuncio de unas cantatas de Bach que se iban a interpretar en un teatro de Venezuela cuando su madre estaba a punto de dar a luz. A la madre le gustaba el nombre Sebastian, así que decidieron añadirle el Johann delante. Lo más casual es que desde muy niño la música siempre estuvo en mí. Algo llevaba dentro que me predispuso a la música, cuenta Johann.
Superando el autismo
Johann nació con macrocefalia, un quiste en el cerebro, asimetría corporal y autismo. Con 3, 4, 5, 6 años tenía mutismo selectivo, también se le conoce como mutismo situacional, estaba muy dentro de mí. Decía muy pocas palabras en muy pocos momentos. Pero cada vez que en el colegio cantábamos una canción de bienvenida a la profesora yo me unía. Siempre estaba cantando, a la música era a lo único a lo que le prestaba atención, explica Johann.
El poder de la música
En 2009, una amiga de su madre le recomendó un profesor de canto. Me metí en la academia y por primera vez me sentí integrado. En la escuela nunca lo había sentido. En la academia sentí que estaba en el sitio donde pertenecía, explica Johann. Empecé a vivir en un mundo más artístico relacionado con lo que siempre me ha gustado. Ya a los 6 años me había planteado que cantar podía ser un trabajo. Entonces era muy callado pero cuando me preguntaron qué quería ser de mayor, dije yo quiero ser cantante.
Un camino lleno de desafíos
Johann se gana la vida como barítono, aunque no siempre es fácil. Considero esta carrera como surfeo. Estás en la tabla manteniendo un equilibrio mientras recorres la ola. Hay momentos que te puedes caer de la tabla y uno elige si montarse de nuevo o no. He tenido momentos donde no sale nada y otros en los que estoy con muy buen ritmo, pero lo que sí sé que es que uno tiene que elegir algo que le apasione, hacer de lo que te hace feliz un trabajo.
Una oportunidad en Europa
Su maestro en Venezuela le dijo que tenía que irse a Europa si quería tener una oportunidad como cantante y así lo hizo. En 2015 se vino a Ocaña (Toledo), donde vive muy contento. España me ha abierto muchísimas puertas en relación al canto, cuenta.
La creación de Mi Voz por un Mundo Más Humano
Con el deseo de compartir lo que a él tanto le ha funcionado, nació Mi Voz por un Mundo Más Humano, una coral integrada por personas con discapacidad –algunas autistas– y neurotípicas. Llevamos la música a personas que no pueden llegar a ella. Con esta coral acepté mi propia discapacidad porque yo la rechazaba. Rechazaba la discapacidad de todo el mundo. Me habían juzgado tanto, me habían hecho tanto bullying con eso que no quería saber nada de discapacidad, cuenta Johann.
Un proyecto que busca la inclusión
Este proyecto le ha llevado a cantar boleros en residencias de ancianos o a dar conciertos Disney en hospitales. También vamos a escuelas de personas especiales y a centros de día de personas con discapacidad. Es acercar la música para que tengan un momento de felicidad, de placer, explica.
La lucha por la inclusión
Dice que el autismo no lo ha limitado como cantante, que, de hecho, el autismo le ha ayudado a interiorizar la música. Sin embargo, a la hora de que lo contraten sí que puede suponer una barrera su autismo porque necesita apoyos. También es importante para mí tener una persona de referencia, un tutor. Me da seguridad, confianza, estabilidad. Poder contarle cosas positivas y no tanto. Es como una plataforma que me hace que esté equilibrado.
Un gran sueño a punto de cumplirse
Johann está a punto de cumplir un gran sueño: el 13 de julio cantará en el Teatro Real. Cuando era más chico me vestía de traje e imaginaba que estaba cantando en distintos teatros del mundo y aquí en España he visto que se ha hecho real. He cantado en el Liceo, en los Teatros del Canal y varias veces en el Auditorio Nacional. Al final la diferencia nutre, enseña, hace que haya menos ignorancia. Si trabajamos desde que todos somos diferentes podemos hacer un mundo mejor o al menos un país mejor, concluye.
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