El público sorprendido por el gesto de simpatía entre Felipe VI y Leonor durante la ceremonia oficial, plantea cuestiones sobre la neutralidad del Rey

El público sorprendido por el gesto de simpatía entre Felipe VI y Leonor durante la ceremonia oficial, plantea cuestiones sobre la neutralidad del Rey y la Alférez Real en sus funciones

La ceremonia oficial en la que se produjo un inesperado gesto de simpatía entre el Rey Felipe VI y la Alférez Real Leonor ha generado un gran revuelo en el público. El momento emocional, en el que el monarca y su hija compartieron un abrazo y una sonrisa, ha sido ampliamente difundido en los medios de comunicación y las redes sociales. Sin embargo, esta demonstración de afecto ha planteado cuestiones sobre la neutralidad del Rey y la Alférez Real en el ejercicio de sus funciones, lo que ha despertado un debate sobre los límites entre la vida privada y el papel institucional de la familia real.

La sorprendente demostración de afecto entre Felipe VI y Leonor en la Academia Militar de Zaragoza

En un momento inesperado, el rey Felipe VI abrazó a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, tras entregarle su despacho de alférez en la Academia General Militar de Zaragoza.

Un protocolo roto, un abrazo fraternal y espontáneo que probablemente será recordado para siempre. El rey, como capitán general de los ejércitos españoles, presidía el solemne acto de entrega de despachos en la ciudad aragonesa.

Cuando llegó el momento de otorgar el nombramiento a la alférez Borbón, el protocolo se rompió y ambos soldados se unieron en un abrazo después del saludo marcial. Un gesto que no estaba contemplado en el orden del día, pero que revela la cercanía y el cariño entre el monarca y su hija.

Este momento emocionante marca el final del paso de Leonor por la primera institución que ha pisado en su formación castrense. Un año en la Academia de Zaragoza que ha sido clave en su transición hacia el trono, que un día heredará.

La princesa Leonor concluye su paso por la Academia de Zaragoza

Zaragoza se ha convertido en la segunda casa de Leonor, con amigos para siempre y una independencia que forma parte de su nueva vida. La princesa ha dicho adiós a la Academia, pero no a la formación militar. La siguiente parada será Marín, en Pontevedra, donde realizará la travesía en el buque Juan Sebastián Elcano, al igual que su padre en 1987.

En el acto de entrega de despachos, el rey compartió el palco presidencial con su hija. Ambos se mantuvieron de pie en regia actitud, tocados con gorra de plato. A pesar de la solemnidad del momento, Felipe y Leonor intercambiaron impresiones, demostrando la admiración de la joven hacia su padre, su faro y guía en la tarea de reina en un futuro.

Por primera vez, se vio a la princesa Leonor con el uniforme de gala que corresponde a su nuevo grado militar. Un nuevo paso en su formación y en su camino hacia el trono.