El radar que medía la velocidad de los vehículos de forma incorrecta deja de operar
La Autoridad de Tránsito ha decidido suspender el funcionamiento del radar que se encontraba ubicado en una de las principales arterias viales de la ciudad, después de que se detectaran errores en la medición de la velocidad de los vehículos. Según informes, el dispositivo había estado funcionando de forma inexacta durante varios meses, lo que generó confusión y malestar entre los conductores que habían recibido multas por supuestas infracciones de tránsito. La medida busca garantizar la transparencia y la confiabilidad en la aplicación de las normas de tránsito, y se están llevando a cabo investigaciones para determinar las causas del fallo y evitar que se repita en el futuro.
Radar de la Avenida del Arlanzón deja de Operar debido a Problemas de Funcionamiento
La Policía Local ha decidido dar de baja el radar de la avenida del Arlanzón debido a problemas de funcionamiento que afectan la precisión en la medición de la velocidad de los vehículos. Cuando pasan vehículos pesados, la señal del radar reverbera contra las cristaleras de las piscinas cubiertas del Plantío, lo que hace que la velocidad se mida de manera incorrecta.
De hecho, el radar añade kilómetros por hora a quienes circulan frente a él, lo que hace que las sanciones que impone sean recurribles. Es por esta razón que los cinemómetros fijos ya no rotan por dicha caja.
Aunque la cabina no va a desaparecer, según indican fuentes del Cuerpo, ya que cumple con su función disuasora. Su sola presencia ya contribuye a que los conductores levanten el pie del acelerador. Sin embargo, ninguno de los dos aparatos de que dispone la ciudad para turnarse por las cajas de radar se va a ubicar allí, lógicamente.
Es importante recordar que en Burgos, los dos cinemómetros fijos rotan por seis ubicaciones: avenida Cajacírculo (frente al cementerio), Esteban Sáez de Alvarado, Camino Casa la Vega, calle Santa Bárbara (en los dos sentidos hay cajas) y, hasta ahora, por avenida del Arlanzón. Es decir, solo multan de manera simultánea dos cabinas, pero los ciudadanos ignoran cuándo está el radar dentro y cuándo no.
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