Iñaki Urdangarin, esposo de la Infanta Cristina de España, ha anunciado públicamente su decisión de alejarse de la Familia Real. Tras haber cumplido su condena por el caso Nóos, Urdangarin enfatizó que se encuentra divorciado y sin condenas, expresando su deseo de llevar una vida anónima. Esta declaración marca un punto de inflexión en la vida del exduque de Palma, quien ha optado por distanciarse de la esfera pública y buscar un nuevo camino alejado de los reflectores. Su intención de vivir en la sombra, lejos de la atención mediática, refleja su anhelo de privacidad y normalidad después de años de escrutinio público.
Iñaki Urdangarin busca una vida anónima tras finalizar su condena
El exduque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha recuperado su libertad hace dos semanas luego de cumplir una condena de cinco años y diez meses por su participación en el Caso Nóos, impuesta por la Audiencia de Palma de Mallorca. Su abogado, Mario Pascual Vives, reveló que Urdangarin ya tenía marcada esta fecha en su mente y que, debido a que ninguna pena superaba los tres años, deberán transcurrir tres años más para poder solicitar la eliminación de sus antecedentes penales, estimando que en 2027 pueda hacerlo.
En declaraciones recientes a un medio, el exduque expresó su deseo de llevar una vida normal y alejarse de la Familia Real, de la cual ya no forma parte tras su divorcio de la infanta Cristina en enero de 2022, poniendo fin a casi 25 años de matrimonio. Estoy divorciado y ya no tengo ninguna condena. Quiero ser una persona normal, con una vida normal y disfrutar de mis hijos y de mi libertad, manifestó Urdangarin.
Ahora, a sus 56 años, el exduque reside en Vitoria con su pareja, Ainhoa Armentia, en un piso cercano al de su madre, Claire Libaert. Su intención es vivir de forma anónima, centrado en su trabajo y en disfrutar de su nueva etapa junto a Armentia, lejos del escrutinio público y las cámaras.
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