En un escenario en el que el calentamiento global se ha convertido en una de las principales preocupaciones a nivel mundial, la Ribera se ha convertido en un destino atractivo para los inversores. La región, conocida por su biodiversidad única y su rica herencia cultural, se enfrenta a un futuro incierto debido al cambio climático. Sin embargo, esta situación también puede representar una oportunidad para aquellos que buscan inversiones sostenibles y responsables con el medio ambiente. ¿Cuáles son las oportunidades y desafíos que enfrentan los inversores que buscan aprovechar el potencial de la Ribera en este contexto de cambios climáticos? En las siguientes líneas, exploraremos cómo la región se está convirtiendo en un polo de atracción para aquellos que buscan combinar rentabilidad económica con sostenibilidad ambiental.
La Ribera del Duero, destino de inversores y bodegueros en busca de viñas
El cambio climático está revolucionando el mercado inmobiliario en el sector del vino, y la Ribera del Duero se ha convertido en un destino atractivo para inversores y bodegueros que buscan adquirir viñas y bodegas en la zona.
De acuerdo con Aldeasabandonadas.com, que gestiona una cartera de once bodegas para su posible adquisición en el territorio de la DO Ribera del Duero, la demanda de medias y grandes marcas está aumentando, motivada por el aumento de las temperaturas medias. Las bodegas que buscan comprar son las que tienen temperaturas más bajas, por lo que la zona centro norte es la más buscada, apuntan desde la empresa.
La oferta limitada ralentiza el mercado
Aunque la actividad inmobiliaria en el sector del vino está sufriendo un repunte, la oferta limitada de bodegas en venta ha ralentizado el mercado. Las bodegas medianas y grandes son las que se han ido comprando, las que quedan son pequeñas y cuesta más venderlas porque hay mucha competencia, analiza Ángel Garrote Ruiz de Temiño, de Vino de Ángeles.
Un mercado estable
Puri Mancebo, experta en la compra venta de bodegas de la inmobiliaria Rimontgó, considera que el parón en el mercado es una muestra de estabilidad en el territorio ribereño. Yo veo que está bastante tranquilo, estable, lo que no es ni bueno, ni malo. Después de una actividad tan fuerte como la de los pasados años, que esté más tranquilo también es normal y es bueno porque eso significa no hay más bodegas en venta.
Precios elevados
La escasa oferta y la demanda estable han llevado a que los precios de venta de bodegas estén por encima de la media en la zona. La horquilla de precios está entre el 1,5 y los 15 millones de euros para las bodegas, y por encima de los 50.000 euros para una hectárea de viñedo.
Perfil de los compradores
Los compradores de bodegas en la Ribera del Duero son en un 55% inversores o grupos bodegueros con actividad en otras zonas de producción, mientras que el resto son amantes del vino o enólogos que quieren una bodega para elaborar su propio vino. La procedencia de los compradores se mantiene en equilibrio, con un 60% de compradores nacionales y un 40% de compradores internacionales.
En cuanto a las características de las bodegas que se buscan, destacan las que tienen capacidades entre media y alta, desde 25.000 a un millón de bodegas, con un 20% del total que cultivan y elaboran en ecológico. Además, se ha detectado un aumento en la búsqueda de bodegas o edificaciones históricas o peculiares, como palacios o monasterios con viñedo para proyectos de enoturismo o resort de lujo.
Deja una respuesta