El 20 de mayo de 2021, Jeff Bezos, fundador y dueño de la empresa de comercio electrónico Amazon, logró alcanzar el espacio a bordo de la nave espacial New Shepard, desarrollada por su empresa Blue Origin. Esta hazaña histórica marcó un hito importante en la exploración espacial privada. Sin embargo, lo que no se conoció en ese momento es que la nave espacial experimentó una falla importante durante el vuelo, que no fue revelada públicamente. Esta noticia ha generado gran interés y especulación en la comunidad científica y entre los seguidores de la exploración espacial.
Blue Origin lanza con éxito su primera tripulación al borde del espacio
La compañía aeroespacial Blue Origin, fundada por Jeff Bezos, lanzó con éxito su primera tripulación de humanos al borde del espacio el 19 de mayo, después de casi dos años de inactividad. El lanzamiento tuvo lugar en las instalaciones de lanzamiento en Van Horn, Texas, Estados Unidos.
El cohete New Shepard se separó de la cápsula unos segundos después del despegue y ascendió más allá del límite de la atmósfera terrestre, alcanzando una altura de 105,7 kilómetros. El propulsor regresó a la Tierra como estaba previsto. Luego, la cápsula volvió a la Tierra mediante paracaídas, aunque uno de ellos no se infló completamente.
Problema con el paracaídas
Durante una sesión informativa sobre el vuelo tripulado de Starliner, Steve Stich, gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, explicó que los paracaídas están diseñados para abrirse en etapas, llamadas rizados, para limitar las cargas. Sin embargo, en este caso, uno de los paracaídas se atascó en la primera etapa del proceso de enrollado, lo que limitó su apertura.
Blue Origin informó del incidente a los funcionarios de la NASA, ya que el cohete New Shepard emplea componentes similares a los de la nave Starliner en sus paracaídas. Sin embargo, la compañía de Bezos ha proporcionado poca información al público sobre este contratiempo.
Un portavoz de Blue Origin informó al diario SpaceNews que el cohete utiliza tres paracaídas y está diseñado para aterrizar de forma segura con solo uno desplegado. Además, agregó que la empresa realiza revisiones exhaustivas posteriores al vuelo de cada sistema de vuelo y sigue compartiendo datos y análisis del despliegue del paracaídas con la NASA, los proveedores de lanzamiento y su proveedor de paracaídas.
Otras empresas aeroespaciales enfrentan problemas similares
No solo Blue Origin se ha visto afectada por este problema. La nave espacial Starliner también se vio afectada por problemas con los paracaídas, lo que llevó a reemplazar los componentes que no cumplían con los márgenes de seguridad adecuados.
Además, SpaceX enfrentó sus propios desafíos con el desarrollo de un paracaídas para la nave espacial Crew Dragon. Recientemente, notó que uno de los cuatro paracaídas tardaba más en abrirse que los demás durante el despliegue, a pesar de que inflaban por completo.
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