Josep Borrell, el 'diplomático' de la UE para que deje de ser un diplomático en un mundo de realpolitik

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Josep Borrell, el 'diplomático' de la UE para que deje de ser un diplomático en un mundo de realpolitik

En un mundo donde la realpolitik y los intereses nacionales parecen prevalecer sobre la diplomacia, Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, enfrenta un desafío sin precedentes. Con una carrera política y diplomática de más de tres décadas, Borrell se ha ganado la reputación de ser un diplomático experimentado y astuto. Sin embargo, en un entorno geopolítico cada vez más complejo, la cuestión es si su enfoque diplomático será suficiente para hacer frente a las crecientes tensiones internacionales y proteger los intereses de la UE.

El diplomático sin filtros: Josep Borrell, el líder de la UE que no teme criticar ni ser criticado

Sin filtros y sin remilgos. Así habla Josep Borrell, aunque eso sea un arma de doble filo; cuanta más exposición, más posibilidad de error. Y el Alto Representante ha cometido algunos, pero su perfil se ha reforzado muchísimo en el año más importante de la UE en la historia reciente.

El jefe de la diplomacia europea apenas se ha cortado para marcar el ritmo del bloque bajo un cargo que hasta ahora apenas había tenido presencia mediática. La invasión rusa de Ucrania, la guerra en Oriente Medio o las relaciones con EEUU o China han puesto a la Unión en un brete y a Borrell en primera fila de la política no solo europea, sino también mundial.

La voz fuerte de la UE

La voz fuerte de la UE

El dirigente español ha dejado discursos y frases que bien podrían titular libros y resumir la posición de la UE en temas clave. En sus discursos se ve el componente de una persona que tiene muy poco que perder, que habla con claridad y a veces incluso sin cuidado. Eso es un arma de doble filo, reconocen a 20minutos fuentes comunitarias cercanas al Alto Representante.

Otras, más críticas, entienden que en algunos momentos se ha pasado de frenada. Algunas voces por ejemplo en el Parlamento Europeo le han criticado durante esta legislatura su tibieza respecto a Cuba o un papel más blando en lo que se refiere a la inestabilidad política en algunas zonas de América Latina.

Un llamado a la acción

Muchos tienen todavía en la cabeza su discurso ante la Eurocámara justo después de que Putin lanzase su ofensiva sobre Ucrania. Fue el 1 de marzo de 2022, delante de los tonos marrones, iluminados, del plenario del Parlamento en Bruselas: a la UE no le tembló el pulso entonces, y empezó a aprobar sanciones. Las palabras las puso Borrell. No podemos poner en pie de igualdad al agredido y al agresor, pidió al Parlamento Europeo: Nos acordaremos de aquellos que en este momento solemne no estén a nuestro lado.

Fue esta una de sus llamadas a que la UE aprenda el lenguaje del poder duro, que va más allá de lo militar. Borrell lleva una legislatura entera llamando a que la UE aprenda una serie de lecciones; alguna de ellas es, a sus ojos, muy importante: No podemos seguir confiando en que apelar al Estado de Derecho y desarrollar relaciones comerciales va a convertir al mundo en un lugar pacífico. Tenemos que demostrar una capacidad de acción mucho más poderosa y más unida que la que hemos demostrado hasta ahora.

Un diplomático con autoridad moral

No quedó casi nadie sin aplaudir ese mensaje, que sirvió también para ponerle deberes irrenunciables a la Unión. Con Rusia ha tenido tantas tensiones que parecen incontables, no solo en el marco de la guerra. Todavía no se olvida -al principio de su mandato- el desplante que sufrió con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en 2021, bastante antes del inicio de la invasión.

La relación de Borrell con Israel es más estrecha de lo que mucha gente suele pensar: conoce el país, sus dinámicas, y además pasó un tiempo viviendo en un kibutz en 1969, por lo que la carga personal de la situación es también relevante. La solución de los dos Estados es una de las grandes obsesiones del Alto Representante, que ha querido parecer inamovible en sus posiciones para criticar, igual que la invasión rusa de Ucrania, los ataques israelíes sobre Gaza. Es lo que nos da autoridad moral, dijo ante el Parlamento Europeo, porque supone censurar las acciones, sostuvo, de un país más cercano a nosotros, en referencia a Israel.

Un legado que queda

Josep Borrell ya está de vuelta. No seguirá en el cargo, pero deja un poso muy claro: el de quien conoce muy bien los entresijos de la UE y habla directo, asumiendo patinazos y críticas, hasta errores y reproches. Tras las elecciones europeas (del 6 al 9 de junio) el español tendrá que dar el relevo, pero el cargo de Alto Representante ya ha cogido un empaque al que no puede renunciar.

Borrell ha hecho casi todo el trabajo sucio para que la UE tenga, poco a poco, una voz propia en el mundo. El objetivo es no ser absorbida por otros. El Alto Representante ha marcado un camino para que la UE siga adelante, con una voz fuerte y clara en el mundo.

Javier Martín

Mi nombre es Javier, soy redactor jefe con una amplia experiencia en el mundo del periodismo. Actualmente trabajo en El Informacional, un periódico independiente de actualidad nacional en Español. Me apasiona investigar y redactar noticias relevantes que mantengan informada a nuestra audiencia. En nuestro medio, nos esforzamos por ofrecer información veraz y objetiva sobre los acontecimientos más importantes del país. Mi objetivo es contribuir a la formación de una opinión pública informada y crítica. ¡Gracias por seguirnos en nuestro sitio web!

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