La ciudad de Barcelona se encuentra en ebullición tras la victoria de los 'ramblistas', un logro histórico que pone fin a tres años de obras, ruido y polvo. Después de una larga lucha, los defensores de la Rambla, uno de los iconos turísticos más emblemáticos de la ciudad, pueden finalmente celebrar una victoria que les permitirá disfrutar de un espacio renovado y mejorado. La satisfacción es palpable entre los vecinos y comerciantes de la zona, quienes afirman que finalmente, se ha escuchado nuestra voz. Tras años de protestas, reuniones y negociaciones, la ciudad de Barcelona puede disfrutar de un nuevo capítulo en la historia de su emblemática Rambla.
La Rambla de Barcelona comienza su transformación después de años de retraso
Tras ocho años de retraso, la emblemática Rambla de Barcelona comienza su transformación. El 17 de junio, comenzaron las obras en los tramos pendientes de la icónica calle, lo que supone un gran logro para los ramblistas de la ciudad.
Es una reforma que llevamos años esperando y estamos orgullosos de que finalmente se nos haya escuchado y empiecen las obras, ha explicado Pau Bosch, presidente de la asociación Amics de la Rambla, quien ha valorado como muy positivo que los trabajos se hayan reducido a la mitad.
Los floristas y expajareros ven con optimismo el comienzo de la transformación
Los floristas y los históricos expajareros de la Rambla también ven con optimismo el comienzo de la transformación, si bien, los segundos lamentan no haber llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para permanecer en el paseo.
Los tramos que se abordarán en primer lugar son Santa Madrona-Arc del Teatre, Arc del Teatre-Liceu, Liceu-Portaferrissa y Portaferrissa-Canaletes. Se espera que los trabajos finalicen en febrero de 2027.
La controversia con los expajareros
Xavier Cuenca, de la familia propietaria de cinco de los 11 puestos de los antiguos 'ocellaires', se ha mostrado a favor de las obras, pero ha asegurado que se sienten decepcionados con el Ayuntamiento de Barcelona al no encontrar una vía de diálogo para llegar a un acuerdo y evitar que se les expulse de esta icónica calle.
Los expajareros han perdido su batalla en el Parlament de Catalunya para que saliera adelante una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que se les declarara Patrimonio Cultural Inmaterial.
El Ayuntamiento dice que no nos toca estar aquí, nosotros no pensamos lo mismo, defiende Cuenca.
En febrero de 2026, cuando los trabajos se ejecuten en el tramo central, los ramblistas deberán dejar las paradas vacías. Para entonces, esperan haber llegado a un acuerdo con el consistorio.
(Habrá ampliación)
Deja una respuesta