En un día histórico para la ciudad de Málaga, miles de personas tomaron las calles para unirse en un grito de protesta contra la especulación inmobiliaria y la falta de acceso a una vivienda digna. La movilización ciudadana, que ha convertido a Málaga en el epicentro de la lucha por este derecho fundamental, coincide con una creciente sensación de indignación entre la población ante la gentrificación de barrios y la expulsión de vecinos de sus hogares. La consigna Málaga no se vende se ha convertido en el lema de una lucha que busca proteger el patrimonio ciudadano y garantizar el acceso a una vivienda digna y asequible para todos.
Málaga en alerta: 5.500 personas se unen en protesta por el derecho a la vivienda digna
Unas 5.500 personas, según la Policía Nacional, se han manifestado este sábado en Málaga para denunciar la insostenible situación de la vivienda y los alquileres en la ciudad y reclamar un cambio de modelo turístico que permita que vuelva a ser una ciudad digna de ser habitada, al grito de Málaga no se vende y Queremos vivir, no sobrevivir.
La marcha ha sido convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos, que eleva a 25.000 el número de asistentes a esta movilización, que ha contado con el apoyo de casi medio centenar de colectivos de distintos ámbitos, entre ellos Málaga Acoge, Greenpeace, el sindicato CCOO, Facua o la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
Una protesta nacida del malestar ciudadano
La protesta nació de un malestar ampliamente compartido: la imposibilidad de acceder a una vivienda, la expulsión de los vecinos de sus barrios y el cierre de comercios locales.
Los asistentes han portado pancartas con lemas como El turismo o la vida. Por una vivienda sin abusos ni especulación, Málaga, parque temático, otra en inglés que invita a los turistas a alojarse en un hotel, e incluso una con la cara del presidente de la Junta, Juanma Moreno, con un parche en el ojo con el símbolo del euro.
Un llamado a la acción
También ha habido mensajes dirigidos al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), como el que han coreado cerca de la Alameda Principal: ¿Dónde está Paquito, Paquito dónde está? Paquito está vendiendo lo que queda de ciudad o Tengo trabajo, no tengo casa, en alusión a unas recientes palabras del regidor.
La diputada y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien ha reclamado medidas contundentes y valientes contra el fenómeno de la 'turistificación' como una moratoria de viviendas turísticas y que se reduzcan las existentes, ha manifestado que la gente está diciendo alto y claro que las ciudades son para vivir, no son para los turistas.
Belarra ha criticado al presidente andaluz por actuar como un auténtico comercial de la patronal inmobiliaria: trabaja para los grandes propietarios y no para los vecinos.
También ha participado en la marcha el secretario general del PSOE de Málaga, Daniel Pérez, quien ha instado al presidente de la Junta y al alcalde de la ciudad a tomar nota de esta movilización de los malagueños y a mover ficha.
La respuesta del Ayuntamiento
El Ayuntamiento anunció recientemente que los nuevos pisos turísticos tendrán que tener una entrada independiente, una medida temporal para calmar el mercado de la vivienda mientras se trabaja en un marco definitivo que regulará las condiciones de implantación del uso turístico.
Según el Sindicato de Inquilinas, hasta el 12 de junio había inscritas en el Registro de Turismo de Andalucía 12.196 viviendas de uso turístico en Málaga, lo que supone 63.594 plazas. En algunas zonas, como el entorno de la plaza de La Merced, desde donde ha partido esta protesta, un 68,9% de las viviendas están dedicadas al turismo.
El colectivo avisa de que no va permitir que la ciudad sea un parque de atracciones vaciado de vecinos en el que las tiendas se sustituyan por franquicias, las aceras por terrazas y los alquileres por cartas de desahucio.
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