La reciente noticia sobre el acuerdo entre Julian Assange, fundador de WikiLeaks, y el Gobierno de los Estados Unidos ha generado un gran revuelo en el mundo político y mediático. Sin embargo, detrás de este acuerdo se esconde una compleja trama de influencias y maniobras políticas que han llevado a este punto. Entre los hilos que se han tejido para lograr este acuerdo se encuentran la influencia del Gobierno australiano, que ha jugado un papel clave en la detención y extradición del periodista, y un viaje clandestino a las Islas Marianas, un detalle que ha generado gran interés y especulación. En este artículo, profundizaremos en los detalles de esta trama y exploraremos las implicaciones políticas y legales de este acuerdo.
Julian Assange regresa a Australia: ¿qué secretos detrás de su acuerdo con EEUU?
Después de más de 14 años de periplo legal, Julian Assange, fundador de WikiLeaks, ha sido declarado en libertad. El australiano ha ratificado un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos en un juzgado de las Islas Marianas, que le conmuta su tiempo en prisión a cambio de declararse culpable de espionaje.
Assange regresa a su país natal, Australia, con un largo historial de procesos legales a sus espaldas. Todo comenzó en 2010, cuando hizo pública la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de Estados Unidos, que revelaban abusos de civiles en Irak y Afganistán, y maltrato de presos en la cárcel de Guantánamo.
El papel del Gobierno australiano
El papel del Gobierno australiano ha sido clave en el acuerdo. El primer ministro, Anthony Albanese, ha defendido en reiteradas ocasiones la libertad de Assange, y el propio Assange ha agradecido su trabajo diplomático. También ha dado las gracias al embajador australiano, Kevin Rudd, y al Alto Comisionado de Australia en Reino Unido, Stephen Smith.
La presión internacional
La presión internacional también ha sido determinante en el acuerdo. Fuentes cercanas a Assange reconocen que fue la intensa campaña de presión popular, que incluyó a líderes internacionales, organizaciones como Amnistía Internacional y pronunciamientos de la propia Naciones Unidas, lo que llevó al Gobierno de Biden a decidir negociar para cerrar el caso.
Stella Assange, mujer del fundador de WikiLeaks, ha destacado la unidad de los australianos en torno al caso. Sin su apoyo no habría espacio político para lograr la libertad de Julian. (.) Ha hecho falta que todos ellos se unieran, millones de personas, gente trabajando delante y detrás de las cámaras, protestando en las calles durante semanas y años. Lo hemos logrado, ha sentenciado.
El acuerdo
El acuerdo entre Assange y el Gobierno de Estados Unidos implicaba la colaboración de la Justicia británica. Para que Assange pudiera salir hacia territorio estadounidense para ratificar el acuerdo, se solicitó a Reino Unido que le diera la libertad condicional, con el compromiso de acudir lo antes posible al sitio pactado. El lugar elegido, las Islas Marianas, un archipiélago estadounidense en el Pacífico, no fue baladí. Fuentes consultadas reconocen que acudir a Virginia, donde se habían presentado los 18 cargos contra Assange, podía ser un riesgo.
Assange no compareció tras aterrizar en Canberra: Necesita tiempo para recuperarse y acostumbrarse de nuevo a la libertad. El proceso se aceleró en cuestión de horas y pocas horas después de firmar el acuerdo con Washington, un avión ya estaba preparado en el aeropuerto más alejado de Londres, Stansted. En las escaleras del avión le esperaba el embajador australiano, que debía acompañarle hasta jurisdicción norteamericana como parte del pacto.
Finalmente, Assange llegó al archipiélago en la mañana del jueves para declarar ante la jueza estadounidense. Sin duda, su regreso a Australia es un nuevo capítulo en la historia de este controvertido personaje.
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