En un caso que ha generado gran conmoción y sorpresa, una mujer de 64 años decidió celebrar su propio funeral en vida después de que una ouija le predijo que fallecería a los 65 años de edad. Esta extraña y inesperada decisión ha generado un gran debate en la sociedad, donde muchos se preguntan si la mujer está buscando la atención o si realmente cree que su tiempo en este mundo está llegando a su fin. Lo cierto es que esta noticia ha generado un gran interés y ha llevado a muchos a cuestionarse sobre la mortalidad y la predicción del futuro.
Mujer de 65 años celebra funeral en vida después de que una ouija predijo su muerte a los 65
En un caso insólito, una mujer española ha decidido celebrar su propio funeral en vida, tras una experiencia extraña con una ouija a los 15 años. La práctica, común en países asiáticos, está ganando popularidad en Europa y España no es la excepción.
En el programa de televisión Espejo Público, Víctor Amela, el protagonista de esta historia, explicó cómo se le ocurrió la idea de celebrar su propio funeral. Cuando tenía 15 años, jugué a la ouija y tuve la mala idea de preguntarle cuándo moriría. El tablero marcó el número 6 y el 5. Hace un tiempo, cuando yo tenía 50 y muchos, le comenté a un amigo el caso y este me dijo que quizá debería celebrar un funeral cuando cumpliera esa edad, relató.
La ouija predijo su muerte a los 65
Víctor Amela explicó que la ouija le predijo que moriría a los 65 años, lo que lo impulsó a celebrar su propio funeral en vida. Sin embargo, el hombre aseguró que no tiene miedo a la muerte y que su objetivo es vivir hasta los 102 años.
Pretendo vivir hasta los 102, dijo Víctor Amela en el programa de televisión. Además, reveló que la celebración de su funeral en vida fue un éxito y que incluso está considerando montar un negocio alrededor de esta práctica.
No descarto montar un negocio porque veo que esto interesa muchísimo, agregó Víctor Amela. La celebración del funeral en vida fue posible gracias a la ayuda de amigos y un carpintero del pueblo que le construyó la caja, así como una excavadora que hizo el agujero.
La práctica de celebrar el funeral en vida es cada vez más común en Europa y España, y Víctor Amela es un ejemplo de cómo esta experiencia puede ser única y emotiva. Su historia ha generado un gran interés y ha animado a otros a considerar la celebración de su propio funeral en vida.
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