La economía nacional pierde terreno en la competitividad global
En un escenario económico cada vez más interconectado y globalizado, la economía nacional enfrenta un desafiante panorama. De acuerdo a un informe reciente, nuestro país ha perdido terreno en términos de competitividad global, lo que pone en riesgo nuestra capacidad para atraer inversiones extranjeras y mantener un crecimiento económico sostenible. Esta tendencia negativa se debe a una serie de factores, entre los que se encuentran la baja productividad, la ineficiencia en la gestión de los recursos y la falta de innovación en los sectores clave de la economía. En las próximas líneas, analizaremos las causas y consecuencias de esta situación, y exploraremos las posibles soluciones para revertir esta tendencia y recuperar la competitividad perdida.
La competitividad nacional en declive: ¿qué pasos debe dar España para recuperar terreno?
En el mundo empresarial, la competitividad es un indicador clave que engloba aspectos fundamentales como los costes laborales y productivos, la innovación, la digitalización, el binomio calidad-precio, la inversión en la penetración en los mercados, el ahorro energético, la fiscalidad y la gestión de la burocracia. Los economistas han venido advirtiendo sobre la necesidad de que el tejido productivo nacional mejore sus tasas de competitividad para no perder terreno frente a las naciones más avanzadas y las compañías líderes.
Según un informe de la escuela de negocios IMD, España se aleja en 2024 de las posiciones de competitividad mundial y ha caído al puesto 40 entre los países más eficientes del planeta. Esta posición representa la peor desde 2013 y el segundo peor dato en toda la serie histórica.
Caída en la competitividad global
El análisis critica que el deterioro de la realidad competitiva nacional obedece principalmente al empeoramiento de los resultados en eficiencia del Gobierno, donde España pierde siete posiciones, así como en operatividad empresarial, donde cede un puesto. Esto ha llevado a que el país se encuentre en el puesto 40 entre un total de 67 economías.
Desafíos para la economía nacional
Entre los principales desafíos para la economía nacional, los economistas recomiendan la necesidad de:
- reducir la presión fiscal y generar un marco normativo estable que potencie el crecimiento del tejido productivo;
- invertir eficientemente los fondos europeos configurando una economía más resiliente;
- impulsar la digitalización, especialmente en las pymes;
- aumentar la inversión en I+D para reforzar la coordinación entre los distintos agentes y promover la transferencia de conocimientos.
Inversiones para mejorar la productividad
Las inversiones que se llevan a cabo desde el mundo de la empresa deben ir dirigidas a mejorar sus tasas de rentabilidad y de productividad con respecto a las organizaciones con las que compiten tanto en el mercado nacional como en el internacional.
La CEOE recomienda mejorar el tamaño del tejido productivo nacional y potenciar la creación de grandes grupos empresariales, ya que el problema de España es que el 98% de las compañías son pequeñitas. Según su presidente, Antonio Garamendi, cada vez que una empresa tiene beneficios, dedica una parte a inversión o a pagar mejor a sus trabajadores y accionistas. Por este motivo, reiteró que el camino de la regulación no va en la dirección adecuada.
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