La sostenibilidad es un concepto que cada vez cobra más importancia en la sociedad actual, y en el caso de los pisos españoles, la eficiencia energética sigue siendo un gran reto. A pesar de la implementación de programas de rehabilitación verde, diseñados para fomentar la sostenibilidad y reducir el impacto ambiental, los resultados no son aún los esperados. La realidad es que muchos edificios en España siguen presentando deficiencias en cuanto a la eficiencia energética, lo que supone un gran desafío para el país en su camino hacia una economía más sostenible. En este sentido, es fundamental analizar las causas de esta situación y explorar nuevas soluciones para abordar este problema de manera efectiva.
La eficiencia energética en España: un reto sin fin, a pesar de la inversión de miles de millones
La situación actual en cuanto a eficiencia energética de las viviendas en España es farragosa, según el observatorio de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI). En marzo de 2024, el 87% de las viviendas se encontraban dentro de las calificaciones E, F y G, las tres peores en la escala.
La edad media de las viviendas en España es superior a los 43 años, lo que contribuye a esta situación. Sin embargo, no es un problema exclusivo de España, ya que los hogares suponen el 40% del total del consumo energético en Europa, más que cualquier otro sector.
Intentos de mejora: programas y fondos
En 2020, el Gobierno comenzó a intentar solventar esta situación con medidas como el Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), que contaba con una financiación de hasta 400 millones de euros. Posteriormente, se incorporó al Plan de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana, que amplió los fondos hasta casi los 3.000 millones destinados a propietarios y comunidades de vecinos.
Además, en 2023 se añadió una línea de avales ICO de 1.100 millones, cubriendo el 50% de la financiación de las obras. Sin embargo, la situación continúa sin mejorar, mientras que Europa comienza a presionar tras la publicación de la Directiva de Eficiencia Energética en la Edificación, que busca que todos los edificios (incluidos los ya construidos) sean cero emisiones para 2050.
Falta de eficacia en el sector público
Uno de los principales problemas de los proyectos de renovación de edificios son los fallos de comunicación en la administración pública, según Eduardo Brunet, director de Green Finance Institute en España. Las Comunidades Autónomas tienen la competencia del 90% de unos presupuestos atípicamente grades por los fondos Next Generation que finalmente tienen que gestionar una o dos personas de ayuntamientos en proyectos de una magnitud financiera que raramente manejan.
Además, la falta de coordinación dentro de las mismas instituciones en concejalías que raramente interactúan entre ellas, como vivienda y medio ambiente o con las Comunidades Autónomas y el Ejecutivo central, responsable a nivel legislativo. Todo esto da como resultado múltiples fallos que producen un mal uso o directamente la paralización de los fondos públicos.
La importancia del sector privado
No obstante, la activación de la subvención pública directa no es suficiente para conseguir los objetivos marcados por Europa. Para GFI, la solución pasa por incorporar al sector privado a los proyectos de renovación, situando los fondos públicos como una base sobre la que poder construir proyectos a largo plazo que sean atractivos para el capital privado por su rentabilidad y bajo riesgo.
Este enfoque permitiría garantizar colas de financiación duraderas a décadas vista para que las constructoras puedan llevar a cabo procesos más ambiciosos. Además, la transformación verde del sector tendría consecuencias a nivel macro, con ahorro en las importaciones de gas o en la salud de las personas.
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