Irán celebrará una segunda vuelta presidencial el 5 de julio
La autoridad electoral de Irán ha anunciado que el conservador Said Jalili y el reformista Masud Pezeshkian se enfrentarán en una segunda y definitiva vuelta el próximo 5 de julio, tras no lograr ninguno de ellos el 50 por ciento más uno de los votos necesarios para lograr la victoria directa en los comicios presidenciales anticipados.
Este escenario sin precedentes desde hace casi veinte años se produce después de que Jalili, antiguo jefe negociador nuclear de Irán, y Pezeshkian, exministro de Salud, hayan sido los dos candidatos más votados en la primera vuelta. La última vez que ocurrió fue en 2005, cuando Mahmud Ahmadineyad derrotó en segunda ronda al entonces presidente Ajbar Hashemi Rafsanyani.
Resultados provisionales
Según el último recuento de la radiotelevisión estatal iraní IRIB, con 24,5 millones de votos escrutados, que representan una participación del 40,2 por ciento, Pezeshkian lidera con 10,4 millones de votos, seguido de Jalili con 9,4 millones. En tercer lugar se encuentra el también conservador presidente del Parlamento de Irán, Mohamad Bagher Ghalibaf, con 3,3 millones de papeletas, y en cuarta posición el clérigo Mostafá Pourmohammadi, que apenas ha rebasado los 200.000 votos (203.397).
Participación baja
La participación ha bajado ocho puntos porcentuales desde el 48,4 por ciento de los comicios de 2021, que terminaron con la victoria directa del conservador Ebrahim Raisi. La muerte de Raisi en un accidente de helicóptero en mayo de este año obligó a la celebración de estos comicios.
Incógnita para la segunda vuelta
No hay un pronóstico claro para la segunda ronda. Por un lado, la división existente entre los conservadores podría beneficiar al exministro de Salud Pezeshkian. Jalili y Ghalibaf son rivales políticos que se han negado a facilitar un triunfo de su enemigo y han decidido mantenerse hasta el final en la primera vuelta. Lo mismo ocurrió durante las elecciones presidenciales de 2013, cuando ninguno de los dos aceptó retirarse, allanando el camino para la victoria del candidato opositor, el reformista Hasan Rohani.
Sin embargo, en el bando reformista preocupa la bajísima participación, un fracaso de su iniciativa para reactivar a una población que protagonizó en 2022 y 2023 las protestas populares más contundentes desde la revolución islámica tras la muerte bajo custodia de la joven Mahsa Amini.
Además, cunde la sospecha entre la población de que el reformista Pezeshkian no es más que otro candidato conservador, enmascarado para dar una idea de pluralidad, según expertos de la cadena panárabe Al Yazira.
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