En la búsqueda de crear entornos laborales más inclusivos y equitativos, una práctica cada vez más común en las oficinas modernas es la instalación de dispensadoras de productos menstruales. Esta iniciativa busca fomentar la comodidad y la equidad en el lugar de trabajo, especialmente para las mujeres que enfrentan desafíos únicos durante su ciclo menstrual. La disponibilidad de productos menstruales en el lugar de trabajo puede ser un detalle pequeño pero significativo para mejorar la experiencia laboral de las empleadas y crear un ambiente más acogedor y respetuoso. En este sentido, la instalación de dispensadoras de productos menstruales se convierte en una herramienta fundamental para fomentar la inclusión y la diversidad en el lugar de trabajo.
- La importancia de la inclusión: dispensar compresas y tampones en el lugar de trabajo
- La menstruación en el lugar de trabajo: un tema de derechos humanos y género
- La brecha menstrual en el trabajo: un obstáculo para la igualdad de género
- La educación menstrual: un paso hacia la igualdad y la inclusión en el lugar de trabajo
La importancia de la inclusión: dispensar compresas y tampones en el lugar de trabajo
Hoy, 28 de mayo, se celebra el Día Internacional de la Higiene Menstrual, una fecha con la que concienciar acerca de la importancia de construir sociedades en las que las personas puedan convivir con su menstruación de una forma digna, segura y privada. La gestión menstrual es un tema de derechos humanos vinculado con la igualdad de género, derecho al agua y saneamiento, a la salud, a la educación y a la participación.
La menstruación en el lugar de trabajo: un tema de derechos humanos y género
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF consideran que una adecuada gestión menstrual es la que permite utilizar material limpio, que absorba o recoja la sangre y pueda ser cambiado en privado, utilizando agua y jabón para higienizar el cuerpo, y teniendo acceso a instalaciones para disponer del material ya utilizado. Sin embargo, la mayoría de las empresas suspenden en materia de gestión menstrual.
86% de las personas menstruantes han comenzado sus períodos inesperadamente en público sin los suministros que necesitan. Según una encuesta realizada por Free the Tampons, el 79% se vio obligado a utilizar papel higiénico u otros materiales como medida improvisada, el 62% acudió a una tienda a comprar suministros y el 34% prefirió ir inmediatamente a su casa para tener acceso a tales productos.
La brecha menstrual en el trabajo: un obstáculo para la igualdad de género
La menstruación tiene un impacto en el ámbito laboral, ya que muchas veces puede impedir que las personas realicen sus actividades, algo que no hace más que subrayar la existente brecha escolar y laboral. Según la ONU, todavía faltan 131 años para cerrar la brecha de género en el mundo.
Un estudio de CIPD indica que casi cuatro de cada cinco de las encuestadas han experimentado síntomas de menstruación, y de la muestra, más de dos tercios han experimentado un impacto negativo en el trabajo. Sin embargo, solo el 12% de las organizaciones brinda apoyo para la menstruación y la salud menstrual.
La educación menstrual: un paso hacia la igualdad y la inclusión en el lugar de trabajo
La educación menstrual es un paso importante hacia la igualdad y la inclusión en el lugar de trabajo. Es necesario incidir en la educación de niños y niñas para naturalizar la regla y borrar los estereotipos y tabúes que la rodean. Es necesario que sea un proceso digno y seguro, con acceso a información y productos de gestión menstrual.
La marca de salud menstrual Joii habla de la brecha de días menstruales, que empuja a quienes menstrúan a tener menos oportunidades laborales. Lo que es impactante es cuántas de nosotras sufrimos en silencio y aceptamos esto como la norma, porque el period day gap mensual es para muchas una parte aceptada de la vida, pero no tendría que ser así, comenta Justyna Strzeszynska, fundadora de Joii.
Facilitar el acceso de las trabajadoras a productos menstruales saludables y sostenibles es una forma de reforzar los planes de igualdad. Este movimiento se sostiene en el compromiso con el medio ambiente, ser socialmente responsables y combatir la pobreza menstrual. No tener acceso a productos menstruales saludables y sostenibles en los lugares de trabajo y estudio condiciona la vida, la salud, y cuestiona la auténtica igualdad de derechos de la mitad de la población.
Veritas ha convertido sus puntos de venta en centros de confianza para todas las personas menstruantes, sean o no clientas de los supermercados. Los productos menstruales son un bien de primera necesidad, igual que el papel higiénico. Facilitando estos productos, damos un paso hacia la igualdad de género, al mismo tiempo que cuidamos de la salud menstrual de nuestras trabajadoras y las personas que lo necesiten, ofreciendo compresas y tampones saludables y sostenibles, de manera gratuita, asegura Sophie Pagnon, directora de Comunicación, Marketing e Impact Officer.
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