La inversión en agricultura, construcción e inmobiliario sufre la mayor contracción en la historia desde el inicio de la pandemia de Covid-19.

La inversión en agricultura, construcción e inmobiliario sufre la mayor contracción en la historia desde el inicio de la pandemia de Covid-19.

La pandemia provocada por el Covid-19 ha generado un impacto económico sin precedentes en various sectores, pero ninguno ha sufrido una contracción tan drástica como la inversión en agricultura, construcción e inmobiliario. Desde el inicio de la pandemia, esta área ha experimentado la mayor caída en la historia, lo que ha generado una gran preocupación entre los inversores y los expertos en economía. La desaceleración económica se ha traducido en una reducción significativa en la inversión en proyectos de construcción, lo que ha afectado directamente al sector inmobiliario y, por ende, a la economía en general. A continuación, se analizarán las causas y consecuencias de esta contracción sin precedentes.

La inversión en agricultura, construcción y inmobiliario cae en picado

La economía española sufre la mayor contracción en la inversión en la historia, según un informe del Banco de España. La inversión es una de las variables macroeconómicas que siguen sin recuperar el pulso previo al estallido de la pandemia de coronavirus.

La brecha inversora en agricultura, construcción y actividades inmobiliarias es la más pronunciada en comparación con los niveles previos a la crisis sanitaria. Esto se debe a la fragilidad de la inversión empresarial, que ha sido afectada por la crisis sanitaria, la aparición de cuellos de botella en las cadenas de suministro mundiales, la crisis energética y el repunte de los costes de producción.

En 2020, la tasa media de inversión de las empresas españolas cayó con intensidad en las ramas de actividad cuyas ventas se vieron más afectadas por la crisis sanitaria, como la hostelería, el transporte o los servicios de ocio. Sin embargo, a partir de 2021, las diferencias entre sectores en las brechas de las tasas de inversión respecto a las previas a la crisis sanitaria tendieron a diluirse.

En 2022, los sectores más afectados por la pandemia dejaron de presentar las mayores brechas con respecto a los niveles registrados en 2019. Según el Banco de España, las tasas medias de inversión se mantenían por debajo de los niveles prepandemia en prácticamente todas las ramas de actividad, destacando las brechas observadas en las ramas de agricultura, construcción y actividades inmobiliarias.

La debilidad de la inversión puede lastrar las perspectivas de crecimiento para la economía española a medio plazo. Los servicios de estudios y organismos a nivel nacional e internacional vienen advirtiendo de esta situación.

El Banco de España ha situado la agricultura, la construcción y las actividades inmobiliarias como las que registran una mayor brecha inversora en relación con los niveles que registraban antes de la Covid.

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