En el panorama político francés, la izquierda se encuentra en una encrucijada histórica. Después del fracaso en las elecciones presidenciales de 2022, la coalición de partidos de izquierda busca una forma efectiva de frenar el avance de la líder del partido de extrema derecha, Marine Le Pen. En este contexto, la reedición del Frente Popular, una alianza política que en el pasado logró unificar a las fuerzas de izquierda en Francia, emerge como una posible salvaguarda para evitar un nuevo fracaso electoral. La cuestión es si esta iniciativa tendrá el éxito suficiente para contener el crecimiento de la ultraderecha y devolver la esperanza a la izquierda francesa.
La izquierda francesa apuesta por una alianza histórica para frenar el avance de Le Pen
Los partidos de izquierda en Francia vuelven a unirse para frenar el avance de la ultraderecha en las legislativas anticipadas convocadas por Emmanuel Macron. Los franceses estarán llamados a las urnas el 30 de junio y el 7 de julio para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional, apenas dos años después de los últimos comicios.
La unión hace la fuerza
Tras horas de negociaciones, el Partido Socialista, el Partido Comunista, Los Ecologistas y La Francia Insumisa se han comprometido a presentar candidaturas únicas en la primera vuelta de las elecciones. Esta alianza histórica tiene como objetivo frenar el avance de la ultraderecha de Marine Le Pen, quien ha ganado terreno en las últimas elecciones.
La lección de 2022
En 2022, la unidad de la izquierda no funcionó. La alianza se llamó Nueva Unión Popular Ecológica y Social, pero no funcionó. El electorado no acabó de creerse que ese conjunto de partidos de izquierda fueran una unidad fiable. En aquella ocasión, Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, logró 5.836.079 votos en la primera vuelta, pero no fue suficiente para vencer a la candidata de Macron, Élisabeth Borne.
La oportunidad de la unidad
La imagen del tsunami de la ultraderecha que ha inundado Francia y ha obligado a Macron a adelantar elecciones legislativas ha llevado a la izquierda a buscar una alianza más sólida. El líder de los socialistas, Olivier Faure, lanzó el domingo un llamamiento a la unidad y este lunes insistió en la necesidad de constituir un frente popular contra la extrema derecha.
El llamamiento a la unidad
Manuel Bompard, responsable de La Francia Insumisa, dijo que estaban mostrando su voluntad de concurrir unidos para proponer una alternativa a Emmanuel Macron y para combatir la extrema derecha racista.
La dificultad de ponerse de acuerdo
Está por ver que esa unidad anunciada sea un hecho el día de las urnas. Sólo unas horas después del anuncio comienzan a escucharse las exigencias de cada parte y muchas de ellas tienen nombre y apellido. Valérie Rabault, antigua vicepresidenta socialista de la Asamblea, llamó por su parte a agruparse en torno a Raphaël Glucksmann y no en torno a los insumisos.
Las condiciones para una alianza
Raphaël Glucksmann ha anunciado que pondría cinco condiciones para una alianza, entre ellas un apoyo sin fisuras a la integración europea y a la resistencia ucraniana.
Un acuerdo o las bases para un acuerdo?
Todo eso suena a rayos en la sede de La Francia Insumisa. Pero Manon Aubry, una de sus eurodiputadas, dice que lo que nos une es mil veces más fuerte que lo que nos separa. También defiende la existencia de una base de izquierdas la ex eurodiputada verde Sandrine Rousseau.
La situación actual
Según algunos socialistas, los más reticentes a todo lo que huela o suene a Mélenchon, no se ha cerrado un acuerdo sino que se han sentado las bases para lograrlo. De momento, como era de esperar, los sondeos realizados tras el anuncio de Macron de unos nuevos comicios favorecen a la Agrupación Nacional de Le Pen y Jordan Bardella. Obtendría el 33-35% de los votos, más de 15 puntos por encima del resultado obtenido hace dos años, según dos sondeos publicados el lunes.
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