El proyecto Palabras para sanar revoluciona la espera en los centros de salud de la capital
Un innovador proyecto gestionado por las Bibliotecas Municipales ha logrado transformar la experiencia de espera en los pasillos de Pediatría de todos los centros de salud de la capital. Se trata de Palabras para sanar, un punto de lectura que ha demostrado ser un éxito en la reducción del estrés y la ansiedad en niños y familias que esperan ser atendidos.
Antes y después del proyecto
La pediatra del centro de salud José Luis Santamaría, Montesclaros Hortigüela, explica que antes de la implementación del proyecto, la situación era muy diferente. Era abrir la puerta y ver a muchos pacientes con el móvil, porque en la sala de espera hay que entretenerlos. Así que había que quitarles el teléfono y conseguir que entraran en la consulta. Ahora es una maravilla: los encontramos leyendo.
Orígenes del proyecto
El director de las Bibliotecas, Rafael Ibáñez, destaca que el proyecto comenzó en 2011, cuando se llegó a un acuerdo con la Gerencia de Atención Primaria para fomentar la lectura en espacios distintos a los habituales y, a la vez, ayudar a las familias a hacer más ameno un tiempo que, en según qué casos, puede generar incluso ansiedad. La lectura compartida es una actividad gratificante que, si bien es cierto que no cura, ayuda a hacer más llevadera la espera.
Funcionamiento del proyecto
El proyecto funciona de la siguiente manera: las Bibliotecas Municipales proporcionan los libros, revistas, documentos y cómics, y cada tres o cuatro semanas, recorren los distintos centros de salud para reponer el material. En cada sala de espera de las consultas de pediatría se pueden encontrar ejemplares de cuentos ilustrados, relatos cortos y clásicos de la infancia, cómics o revistas de mascotas, por ejemplo.
Impacto en los pacientes y profesionales
El equipo pediátrico del José Luis Santamaría (Casa La Vega) conformado por cuatro pediatras y tres enfermeras, afirma que el proyecto ha tenido un impacto positivo en los pacientes y en ellos mismos. Estamos encantados, porque cuando salimos a llamarlos los encontramos leyendo, o contándoles ellos a las mamás el cuento o viceversa, si no tienen adquirida la lectura. Y entran a la consulta con el libro en la mano y no con el móvil.
La enfermera Raquel Muñoz destaca que el proyecto ha reducido la ansiedad en los pacientes. No están pensando en que vamos a abrir la puerta y los vamos a llamar o a vacunar o a hacerles algo; están menos pendientes y más relajados. La pediatra Elia Portal apunta que les quita ansiedad, porque entran con el cuento y vemos que se sienten como más cómodos.
Futuro del proyecto
El proyecto Palabras para sanar ya funciona también en la Unidad de Psiquiatría Infantil y en la planta de hospitalización de Psiquiatría del HUBU. Sin embargo, se trabaja en dar un paso más y llevarlo a otros puntos, con dinámicas adaptadas a las necesidades de los pacientes.
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