En un valiente y conmovedor testimonio, la activista y defensora de los derechos de la comunidad LGBTQ+, Manuela Trasobares, ha decidido compartir su experiencia traumática de niñez, marcada por la violencia física y el acoso emocional sufrido a manos de su propio padre. La razón detrás de este trato inhumano fue su identidad de género, que no se ajustaba a las expectativas de su padre. Esta reveladora historia pone de relieve la necesidad de continuar luchando contra la transfobia, un problema que sigue siendo una realidad en muchos hogares y comunidades. A través de su valentía, Manuela busca concienciar y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la aceptación y el respeto hacia la diversidad de género.
La lucha contra la transfobia: Manuela Trasobares habla sobre su infancia
La artista y activista trans, Manuela Trasobares, ha sido la última invitada al pódcast Sabor a Queer, conducido por David Velduque. En este espacio, Trasobares ha relatado un brutal episodio de transfobia que vivió cuando tenía solo cinco años.
La paliza propiciada por su padre cuando estaba jugando a las cocinitas en casa de su prima, es un recuerdo que Manuela Trasobares conserva con pelos y señales. Me dijo: '¿Qué estás haciendo?' y le dije: 'Estoy en la cocina haciéndole la comida a mi señora', comenzó a contar la desoladora historia.
Su padre le preguntó quién era y ella respondió: La sirvienta de la casa. Tras su respuesta, la reacción por parte de su padre fue violenta: Me cogió y me arrastró del pelo por todo el pasillo de esa casa. Después me metió debajo de la ducha con agua fría en pleno invierno.
Tú no eres una niña, eres un niño, eran las palabras que le decía, a lo que Manuela Trasobares le contestaba diciéndole que ella era una niña. Aunque me diera y me pegara, yo no salía de que era una nena, ha reconocido.
Después de escuchar el suceso, el presentador quiso ofrecer su punto de vista sobre la situación: Vivir infancias así nos marca de por vida. Luego pretenden que mantengamos relaciones sanas y que nos podamos curar de esas heridas tan profundas que no son solamente las físicas, también lo son las emocionales.
Nunca te curas, te queda una rabia muy profunda. No es positivo. Todo esto no se olvida, ha alegado Manuela Trasobares en relación con ello, asegurando que nunca podrá omitir este recuerdo de su cabeza.
La historia de Manuela Trasobares es un ejemplo más de la lucha que muchos niños y niñas transgénero enfrentan en su infancia, y que pueden dejar huellas emocionales profundas que perduran en el tiempo.
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