La lucha de Macron contra los extremos políticos
El presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentra en el epicentro de una batalla política sin precedentes en la historia de Francia. La radicalización de la escena política nacional ha llevado a Macron a tomar medidas drásticas para contrarrestar la creciente influencia de los extremos políticos, tanto de izquierda como de derecha. La ultraderecha, representada por el partido de Marine Le Pen, y la ultraizquierda, liderada por figuras como Jean-Luc Mélenchon, han ganado terreno en las últimas elecciones, lo que ha llevado a Macron a buscar un equilibrio político que evite la polarización de la sociedad francesa.
La lucha de Macron contra los extremos políticos
Una guerra civil en Francia si gobierna con ultraderecha o izquierda
El presidente francés, Emmanuel Macron, advierte de un escenario de guerra civil en Francia si se ve obligado a gobernar en cohabitación con la ultraderecha lepenista o el frente de izquierdas tras las elecciones legislativas de este domingo.
La debacle de su coalición liberal en los comicios europeos obligó a Macron a tomar cartas en el asunto y convocar a los ciudadanos a las urnas tras anunciar la disolución de la Asamblea Nacional. He escuchado vuestro mensaje, vuestras preocupaciones y no las dejaré sin respuesta, proclamó Macron.
La impopularidad de Macron
Sin embargo, no lo tendrá fácil. La impopularidad de Macron es cada vez más evidente, y su rostro ha desaparecido de los carteles electorales. Un reciente sondeo cifra en un 74% la tasa de impopularidad del mandatario, que se ha desplomado seis puntos desde que disolvió la Cámara Baja.
La ultraderecha y la alianza de izquierdas
La extrema derecha y la alianza de izquierdas se obstinan en usar estos comicios como un plebiscito contra la figura de Macron. Los sondeos auguran tres grandes bloques para la futura Asamblea: la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, con más de un tercio de los votos; el izquierdista Nuevo Frente Popular, con algo menos del 30%; y la coalición Juntos por la República, a la que pertenece el grupo de Macron, que quedaría relegada al tercer puesto.
El trampolín de Le Pen
Un escenario que amenaza con abocar a la nación a un bloqueo parlamentario de difícil salida. En caso de que se confirmen todos los pronósticos, que dan una amplia victoria a la extrema derecha, el presidente galo tendría que nombrar como primer ministro al joven eurodiputado Jordan Bardella, mano derecha de Le Pen y su trampolín para el Elíseo en 2027, situación que complicaría el mandato a Macron por las políticas tan opuestas que ofrecen ambos frentes.
La alianza de izquierdas
Por otro lado, la alianza de partidos de izquierda se presenta como el único muro que puede frenar el auge de la Agrupación Nacional. Se trata de una coalición que aglutina a los socialistas, ecologistas y comunistas, pero también a la radical Francia Insumisa del polémico Jean-Luc Mélenchon.
La advertencia de Macron
Macron ha declarado que los dos extremos conducen a la guerra civil, censurando tanto a la Agrupación Nacional como a La Francia Insumisa y a quienes los siguen.
Un año de parálisis
Si ningún partido logra obtener la mayoría absoluta de cara al próximo 7 de julio, segunda vuelta de los comicios, el escenario de parálisis en el país es real. Quienes podrían tener la llave o, al menos, decantar la balanza, son los Republicanos, que lograrían un 6% del apoyo, clave para dar o negar la mayoría absoluta a la ultraderecha.
En cualquier caso, pase lo que pase este fin de semana, la figura de Macron comienza a desdibujarse, un político que se presentó como freno a los extremos y que podría acabar nombrando a un jefe de Gobierno ultra.
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