La madre cuidadora Patricia Giménez lamenta que la carga administrativa sea más exhaustiva que atender a sus hijos 24 horas

La madre cuidadora Patricia Giménez lamenta que la carga administrativa sea más exhaustiva que atender a sus hijos 24 horas

La carga administrativa se ha convertido en un obstáculo para Patricia Giménez, madre cuidadora que dedica su vida a atender a sus hijos con necesidades especiales. En una declaración pública, Giménez manifestó su frustración y preocupación por la cantidad de tiempo y esfuerzo que debe invertir en trámites burocráticos, lo que la aleja de la atención directa a sus hijos. Según su testimonio, la carga administrativa es más exhaustiva que la propia atención a sus hijos durante 24 horas. Esta situación ha generado un debate en torno a la necesidad de una reforma en la gestión de los servicios de atención a personas con discapacidad.

Madre cuidadora Patricia Giménez lucha por reconocimiento y apoyo institucional

La Plataforma Estatal de Cuidadoras No Profesionales ha decidido ponerse en marcha para reivindicar una mejora de sus derechos en el contexto del debate sobre la nueva Ley de Dependencia que prepara el Gobierno.

Cuidadoras no profesionales reivindican derechos y mejoras en la Ley de Dependencia

Las cuidadoras no profesionales, mayoritariamente mujeres, exigen reconocimiento y apoyo institucional, incluyendo recursos económicos, acceso a especialistas y periodos de descanso. Su movilización busca asegurar que la nueva legislación contemple sus necesidades y les permita desempeñar su labor con dignidad y seguridad.

La carga administrativa agota a las madres cuidadoras: 'No hay reconocimiento ni apoyo'

Patricia Giménez Fos, madre de un hijo de 13 años con autismo severo, ha sido la encargada de dedicarse a sus cuidados desde que nació. Ella forma parte de la Junta de la Asociación Aprenem Autisme, del Sindicat de Mares en la Diversitat Funcional y de la Plataforma Estatal de Cuidadoras Principales. Fue muy duro y complicado. Cuando tienes un hijo con discapacidad, te das cuenta de que no hay un estado del bienestar para tu hijo ni para ti, que eres su madre cuidadora.

Se vulneran nuestros derechos sistemáticamente en educación, salud, derechos sociales, laborales y vivienda. Tienes que luchar sin parar para, primero, saber qué hay y, segundo, para pelearte con la administración por las migajas que tienen para tu hijo. Y para ello, tienes que renunciar a tu vida, a tu trabajo y a tu salud.

Patricia Giménez: 'El amor no paga facturas ni cotiza, necesitamos reconocimiento y apoyo'

Las madres cuidadoras de dependientes se reivindican: Somos insustituibles, queremos que se nos escuche. Patricia Giménez ha tenido que hacer cambios y renuncias en su vida a raíz de la nueva situación. De todo tipo. Laborales, tienes que dejar de trabajar, pedir excedencias o hacer reducción de jornada con la correspondiente reducción de sueldo y cotización. Esto implica un empobrecimiento presente y futuro.

En cuanto a la salud, cuidar 24/7 durante años sin descansos, vacaciones ni dormir un mínimo nos destroza física y emocionalmente. El colectivo de cuidadoras principales es el más enfermo y medicado.

En cuanto a la vida personal, dejas de tener vida más allá de tu hijo. Tus amistades tienen prioridades diferentes a las tuyas, incluso a veces la propia familia. Un porcentaje elevado de padres se desentiende de sus propios hijos con discapacidad, lo que constituye una forma de violencia hacia los menores y hacia sus cuidadoras, que deben asumir la totalidad de los cuidados.

Las cuidadoras principales reivindican un descanso y un reconocimiento institucional

La Plataforma Estatal de Cuidadoras No Profesionales se ha puesto en marcha en pleno debate para la reforma de la actual Ley de Dependencia. Cuidar es un trabajo que debe estar reconocido, regulado y remunerado. Necesitamos medidas concretas que nos permitan elegir si queremos trabajar fuera de casa o en casa con un sueldo.

Las prestaciones no deben ser incompatibles entre ellas. Si nuestro hijo va a un centro ocupacional unas horas, el resto del día le seguimos cuidando las madres, pero en cambio nos quitan la cotización y la ridícula prestación por dependencia.

Tener un cuidador externo puede ser positivo para dar un poco de descanso a las cuidadoras o para que podamos trabajar fuera de casa. Pero ningún cuidador externo estará 24/7 con nuestros hijos. Tendrán un horario, vacaciones, descansos, lo que deberíamos tener las cuidadoras principales.

Un mensaje para la sociedad

Queremos a nuestros hijos más que nada en el mundo, pero el amor no paga facturas ni cotiza. Lo que más nos agota no es el cuidado de nuestros familiares, sino la lucha constante con la administración y el poco reconocimiento social que tenemos.