La música y la energía invaden el ambiente urbano

La música y la energía invaden el ambiente urbano

En los últimos tiempos, las ciudades han experimentado un cambio significativo en su ambiente urbano. La música, como elemento fundamental de la cultura, ha tomado un papel protagónico en la transformación de los espacios públicos. La energía y el ritmo han invadido las calles, parques y plazas, creando un clima de fiesta y alegría en los corazones de los habitantes urbanos. La música en vivo, los conciertos al aire libre y los festivales de música electrónica han sido los responsables de este cambio, logrando unir a la gente y crear un sentido de comunidad en el corazón de la ciudad. ¿Qué ha llevado a esta transformación y cómo ha impactado en la vida cotidiana de los ciudadanos?

Las Fiestas de San Pedro y San Pablo 2024 ya están aquí

Las calles de Burgos se han convertido en un espectáculo de alegría y color con la llegada de las fiestas de San Pedro y San Pablo 2024. La vida y los ritmos de las charangas invaden el centro de la ciudad, y el ambiente es de pura fiesta.

Los burgaleses tienen una semana para disfrutar de la celebración, y lo que se vivió ayer fue solo el inicio. Todos parecían tener el mismo propósito en las horas previas al sonido del petardo que inauguró la festividad.

La multitud toma las calles

Los instrumentos estrenaban las vías y contagiaban a cada peña para que todo el peregrinaje a la Plaza Mayor fuese una gran diversión. La disparidad cromática tomaba el protagonismo y lucía con ese brillo propio de estos días.

«Veo que la gente ha salido a la calle y eso da mucha alegría, además, ver que también vienen las peñas con sus charangas es maravilloso. Tenemos muchas ganas de pasarlo bien», comentaba Eva, de la peña Los Gtreños, que debutan en los Sampedros.

Feria de Tapas y terrazas concurridas

Personas vestidas de calle se cruzaban con petos y pañuelos de colores. Algunos aprovechaban el tirón de la marea; otros preferían quedarse en el paseo Sierra de Atapuerca, donde desde antes de las 21 ya había colas para poder llevarse algo a la boca en la Feria de Tapas.

«Es fundamental la climatología en las fiestas, por la noche y para la calle. El año pasado fue fenomenal e influye mucho en el ambiente», apuntaba Carlos antes de sentarse en una terraza.

La Feria de Tapas, un éxito

Los negocios que sacaron sus barras a la calle tuvieron que esperar a que se desperdigara el gentío de la Plaza Mayor para empezar a operar a buen ritmo. Todos los que habían estado cantando el Himno a Burgos y jaleando a los protagonistas del Rugby Aparejadores tuvieron que, en un momento dado, buscar una bebida con la que poder dar salida a las conversaciones con su círculo de amigos.

«Hemos aprovechado que todo el mundo estaba en la Plaza Mayor para venir y probar las tapas con más tranquilidad», señalaba Dani rodeado de su familia.

La juerga continúa

En el epicentro de la juerga, mientras tanto, todos tenían algo que celebrar, como Alba, que se reencontraba con sus amigos después de un Erasmus en Italia. «He venido de sorpresa porque tenía todo aprobado y no me quería perder los Sampedros», declaraba mientras se deshacía en sonrisas.

Botas de vino volviendo a no tener miedo a manchar la ropa, globos que suponen la nueva ilusión de los niños pequeños y jóvenes con sus botellas para no deshidratarse. Pese al sol que comandaba las alturas, las familias paseaban con sus chaquetas bajo el brazo, nada más burgalés que eso.

Los ritmos y la vida ya están en las calles, solo queda disfrutarlos.