En un avance significativo para la exploración espacial, la NASA ha revelado el secreto detrás del proceso de reabastecimiento de combustible en el espacio para las naves de SpaceX. Esta innovadora tecnología permitirá a las naves espaciales de la empresa privada de Elon Musk reabastecerse de combustible en órbita, ampliando significativamente su capacidad de permanencia en el espacio. Según fuentes de la agencia espacial, el proceso implica la transferencia de combustible entre naves en órbita, lo que reduce significativamente los costos y aumenta la eficiencia de las misiones espaciales. Esta tecnología revolucionaria puede ser clave para futuras misiones a la Luna y más allá.
La NASA y SpaceX unen fuerzas para refinar técnicas de repostaje en órbita
La NASA y la empresa espacial SpaceX han unido fuerzas para avanzar en la tecnología de repostaje en órbita, clave para el programa Artemis y el objetivo de pisar la Luna.
Según informes, SpaceX estará lista para unir dos de sus naves Starship para repostar combustible en plena órbita en algún momento de 2025. Esto hará que el objetivo de Elon Musk, fundador de SpaceX, de pisar la Luna, esté mucho más cerca.
El contrato con la NASA
SpaceX firmó un contrato con la NASA para suministrar dos naves espaciales con tripulación para realizar dos aterrizajes en la Luna. Esto tiene que ver con el programa Artemis de la Agencia, cuya misión principal es devolver a personas a la superficie lunar por primera vez desde 1972.
El primero de estos dos aterrizajes está previsto para 2026 y está dentro de la misión Artemis III de la NASA. Para lograr este objetivo, la agencia también contrató a Blue Origin para el desarrollo de su propio módulo de aterrizaje.
Repostaje en órbita
El motivo detrás de la firma de este contrato es permitir el repostaje de combustible en pleno espacio exterior y utilizarlo en diferentes misiones. De hecho, los módulos de Starship y Blue Moon fueron diseñados para poder repostar en el espacio.
Además, debido a los recortes de presupuesto, se trataría de poder aprovechar los propulsores producidos a partir de los recursos de la Luna o Marte.
El programa de prueba Starship
Amit Kshatriya, director del programa Moon to Mars de la NASA, dijo que el programa de prueba Starship está ganando impulso y que el próximo vuelo de prueba desde el sitio de lanzamiento Starbase de SpaceX, en el sur de Texas, se espera para finales de mayo.
Según Kshatriya, la producción no es ningún problema para la NASA, pero sí lo es el diseño de un propulsor capaz de transferir combustible en el vuelo.
Próximos pasos
SpaceX y Blue Origin deberán estudiar los sistemas de reabastecimiento en tierra y dominar las técnicas y tecnologías necesarias para el repostaje en órbita antes de intentar llegar a la Luna.
Está previsto que SpaceX intente, al año que viene, una primera demostración a gran escala entre dos naves estelares en órbita, aunque previamente enviarán dos vuelos de prueba antes de la prueba definitiva.
La compañía de Elon Musk ya realizó la primera transferencia entre dos tanques en pleno vuelo hace unas semanas, con financiación de la NASA, y aseguraron que el experimento les ofrecería datos importantes en cuanto al proceso.
Este éxito les permitirá continuar con los vuelos de prueba de la nave, además de ir añadiendo novedades como un aterrizaje más preciso con el propulsor Super Heavy, algo crucial para que los cohetes aterricen en la misma plataforma de lanzamiento.
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