En el marco del centenario del exilio del ilustre filósofo español Miguel de Unamuno en Cádiz y Lviv, la Universidad de Cádiz ha organizado una mesa redonda para reflexionar sobre este episodio clave en la vida del pensador. La nieta del filósofo, quien ha seguido los pasos de su abuelo en la defensa de la libertad y la justicia, participará en este encuentro para compartir sus reflexiones y experiencias personales sobre la figura de Unamuno. Esta mesa redonda ofrece una oportunidad única para profundizar en la vida y obra de uno de los filósofos españoles más influyentes del siglo XX, y reflexionar sobre la relevancia de su legado en la actualidad.
La nieta de Unamuno reflexiona sobre el exilio de su abuelo en Cádiz y Lviv en mesa redonda
La Universidad de Cádiz conmemoró hoy el centenario del exilio de Miguel de Unamuno con la mesa redonda 100 años del exilio de Unamuno: una mirada desde Cádiz y Lviv. La Facultad de Filosofía y Letras acogió este evento que contó con la participación de destacados especialistas españoles y ucranianos para analizar el legado del insigne escritor en ambas ciudades.
La actividad, promovida por el Vicerrectorado de Internacionalización, a través del Centro Universitario Internacional para Europa del Este y Asia Central (CUNEAC), y el Instituto Universitario de Investigación en Estudios del Mundo Hispánico (IN-EMHis), contó con la presencia de la nieta del autor, María de la Concepción de Unamuno Pérez, egresada de la Universidad de Cádiz y catedrática de Filología Francesa jubilada.
La experiencia de Unamuno en Cádiz, según su nieta, no fue muy grata. Estuvo ocho días metido en el hotel Suizo de la calle Ancha acompañado solo por tres libros al que llamó hotel prisión, donde se encontró apartado de su casa, de su familia y de su trabajo para luego ser trasladado a Fuerteventura.
María de la Concepción de Unamuno Pérez compartió las posibles causas de su destierro, como una carta enviada a finales de 1923 a un amigo español exiliado en Argentina donde se manifestaba en contra del Gobierno español. También compartió experiencias que Unamuno anotaba en su diario sobre su compañero de confinamiento Rodrigo Soriano, sobre los nuevos contertulios que conocería en la isla canaria o sobre los tres propósitos que decidió cuando le apresaron: no huir, no hacer preguntas de por qué le desterraban y no pagar gasto alguno.
Cádiz y Lviv unidos por la figura de Unamuno
Marieta Cantos, directora del IN-EMHis, destacó que esta iniciativa es muy relevante no solo por recuperar la figura de Unamuno sino sobre todo también por recordar una obra ligada a la inteligencia y a la paz desde tan pronto, en estos momentos que estamos viviendo situaciones tan difíciles con conflictos en todo el mundo; pues recuperar ese legado desde la paz es fundamental.
Andrés Santana, director del CUNEAC, transmitió su agradecimiento a la Universidad de Cádiz y a las universidades de Lviv, así como a la Casa de Unamuno de Salamanca por participar en esta mesa redonda, y destacó la importancia de la conexión con grandes hispanistas del mundo eslavo.
Francisco Glicerio Conde, profesor del CEU Salus Infirmorum, resaltó que la conexión con grandes hispanistas del mundo eslavo es una forma de reconocer la dimensión internacional que ha tenido Miguel de Unamuno. Arturo Morgado, decano de la Facultad de Filosofía y Letras, confesó su admiración por la rebeldía del intelectual y en su manera de manifestarla, y cómo su legado se ha transferido al mundo.
En el marco de la efeméride del destierro de Unamuno, expertos en literatura, historia y traducción de universidades españolas y ucranianas analizaron la influencia del escritor y filósofo vasco en la cultura y la sociedad. También se debatió sobre su exilio en Cádiz y su presencia literaria en Ucrania, explorando su impacto en los pensadores y creadores de ambas regiones.
Entre los expertos que participaron en la mesa redonda se encontraban los profesores de la Universidad Católica de Ucrania, Oleksandr Pronkévych y Bohdán Chumá, la directora de la Casa Unamuno de Salamanca, Ana Chaguaceda, y la filóloga hispanista de la Universidad Nacional Iván Frankó de Ucrania, Olga Mayevska.
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